LOS PIOJOS ENCENDIERON LA MÁQUINA DE SANGRE EN SANTA FE
La convocatoria fue mas amplia que en los recitales anteriores en esta ciudad. Tenían razón aquellos que decían que el sábado llegaría mucha más gente que el viernes. Pero cuando se sacaba esta conclusión trataba de imaginarse la cantidad de gente que entraría en el estadio cubierto de Unión, la diferencia fue amplia en comparación. La cita estaba hecha y los asistentes antes de ser puntuales decidieron llegar mucho mas temprano de lo convenido. En las dos jornadas (viernes y sábado), en las calles aledañas al Ángel P. Malvicino muchos “piojosos” ya dejaban ver sus banderas, trapos y remeras que demostraban la devoción por la banda liderada por Andrés Ciro y el resto del grupo.
Embajadores de varios lugares del país dijeron presente en los dos recitales que Los Piojos brindaron en esta capital –que por cierto fue la primera vez que tocaron en dos oportunidades-. La banda venía de presentar su último trabajo en el estadio de Vélez “Maquina de Sangre”. Salta, Catamarca, Nelson, Gálvez, Rosario, San Carlos, Sa Pereira, “Rafael Calzada”, Pergamino, Rosario, Capital Federal, Rafaela, San Francisco, entre otros fueron los lugares de origen de los asistentes.
Los Piojos llegaron a Santa Fe en el marco de la gira nacional que en días mas los llevará a La Rioja, Tucumán y Jujuy.
La previa.
El folclore de los recitales es bastante parecido al de los partidos de fútbol, sobre todo en los minutos previos a ambos comienzos. Cánticos, banderas, choripanes, algunas bebidas espirituosas y olores a quien sabe qué humo.
La cola era larga, aunque en sábado la presencia de los fanáticos fue mucho más imponente que la del día anterior. La impaciencia se transformaba en ansiedad y acrecentaba en proporción a los minutos que restaban para las 22, horario de comienzo que indicaban los afiches y las entradas. El clima afuera era de festejo, como la última vez que llegaron.
El operativo policial fue impecable, muchos efectivos de la Guardia de Infantería custodiaban la fila, el interior y las adyacencias del estadio. Los quioscos con abundante cantidad de personas en su interior. Los vendedores ambulantes ofreciendo banderas, gorros, remeras.
Ya estamos adentro… “que salga el Ciro y todo el año es carnaval”…
Los Piojos se transformaron en la última década en uno de los grupos más convocantes del Rock Argentino. Con su repertorio conquistaron a varias franjas adolescentes y jóvenes, además de algunos otros de treinta o cuarenta. Esto se vio reflejado en ambos recitales que brindaron aquí.
A medida que el público de afuera ingresaba al “ritual”, la masa que esperaba al grupo de rock entonaba cánticos que en forma de plegarias invocaban la salida al escenario. Pero no, todavía no era tiempo, la cita se retrasó, afuera quedaba gente por ingresar y adentro quedaban cantos por entonar. A las 22:20 fue el horario de comienzo el viernes y a las 22:40 el sábado. “…que salga Ciro y todo el año es carnaval…”, “el que no salta es un inglés” (que volvió a escucharse tras el clásico Maradó), “Olé olé olé, ole ole ole olá, cada día te quiero más, yo soy de Los piojos es un sentimiento, no puedo parar”, fue parte del repertorio del auditorio hacia el escenario.
De repente, se hace la oscuridad, la silbatina de bienvenida, los gritos y aplausos se transforman en protagonistas y una ráfaga instrumental invade el espacio, luego allí están Los Piojos, en el escenario.
“Te diría” y “Desde lejos no se ve” (viernes y sábado respectivamente) fueron los temas que dieron comienzo a la fiesta. En el primer día repasaron varios clásicos de la discografía “piojosa”, mientras que en la segunda jornada hicieron una recorrida más amplia por su último cd. “Yira Yira”, “Taxi boy”, “Tan solo”, “Ando Ganas”, “El farolito”, “Maradó”, “Labios de seda”, “Reggae del rojo y negro” (cantado en las dos ocasiones por Piti), “Morella”, “Fijate”, “Sudestada”, “Como Alí”, “Motumbo”, “Amores Perros”, “Dientes de cordero”, “Cruel”, “Pistolas”, “Agua”, “Canción de cuna”, fueron entre otras las entonaciones de Los Piojos. También, dentro del tema “El Farolito” se incluyeron sólos de guitarra, teclados, batería, bajo, percusión y armónica, que sirvieron para presentar a los integrantes. Pero no conforme con ello, dentro de la misma canción, que con todos esos agregados duró alrededor de veinte minutos, interpretaron “La rubia tarada” como tributo a Sumo.
El momento social
El viernes, mientras se desarrollaba el recital, Andrés Ciro Martínez invitó al escenario a una de las integrantes de la Fundación del Hospital de Niños Orlando Alassia. El motivo de esto fue la ayuda recibida por la institución, de parte de la banda, durante la inundación. “Ustedes se preguntarán ¿qué hace una abuela acá” dijo la invitada. “Sin la ayuda de esta gente, que es un ejemplo, –frase que despertó el aplauso del auditorio- no hubiese sido posible reconstruir la Casa de las Madres”.
Los Piojos recibieron una plaqueta en reconocimiento a la predisposición y solidaridad para con los santafesinos inundados. Además vale mencionar que el puesto de ventas de “Locuras”, que trajo a Santa Fe un importante merchandancing, fue también para colaborar con la ayuda a otra institución social de la ciudad.
Inmediatamente después de este acto, el tema que sonó fue “Dientes de cordero”, inspirado en 19 y 20 de diciembre trágicos.
Los invitados.
Fernando “Rifle” Pandolfi y “Piti” Fernández fueron los invitados al recital por Los Piojos. A diferencia del futbolista, el roquero estuvo acompañando el recital con una guitarra al lado de la banda en casi la totalidad de los dos recitales.
En síntesis, los que auguraban una presencia mayor de público el sábado, no se equivocaron, pero no quiere decir que el viernes haya estado vacío el Ángel P. Malvicino, todo lo contrario. Los Piojos revalidaron su chapa de grupo convocante. La máquina de sangre se accionó en Santa Fe.
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