Macri sacude al PRO: evalúa disputar la presidencia en las próximas elecciones
Se lo confesó a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Es la primera vez que reconoce esa intención ante la mesa chica de su partido y ante dos dirigentes del espacio que pretenden ir por esa posición.
Algo sucedió en Miami, o en Mar-A-Lago. Quizás fue la convicción de Donald Trump de volver a ser candidato en las elecciones de 2024- a pesar del impacto que en la opinión pública dejó el aval dado a la toma del Capitolio por sus fanáticos, algo jamás visto en la historia de los Estados Unidos. O alguna ficha le cayó en el viaje, preocupado por la disputa interna que se vive en todos los espacios de la oposición, lo que por supuesto incluye al PRO.
La cuestión es que Mauricio Macri sorprendió a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich con un anticipo que no había realizado hasta entonces y ante ellos. “Me incluyo en la lista para la disputa presidencial del año próximo”, lanzó ni bien pisó Buenos Aires. La confesión la hizo en el restaurant Happening, de Costanera, y tuvo otros dos testigos: María Eugenia Vidal y Federico Pinedo, igualmente sorprendidos de lo que escuchaban.
Macri de cara al 2023: “vamos a volver a reestablecer el orden en el país”
¿Qué dijeron Larreta y Bullrich?, quiso saber El Cronista. “Lo asumieron como damas y caballeros que son”, comentó una fuente consultada. Y agregó otro dato clave: “Es obvio que si Mauricio es candidato nadie le competirá en el PRO. Es el jefe del espacio y todos nos pondremos detrás”.
Para uno de los comensales de la comida que hizo el lunes por la noche lo que en realidad hizo Macri fue tratar de que se prolongue una discusión que se dio en esa mesa entre Bullrich y Larreta acerca de cómo definir las candidaturas presidenciales del partido. “Al ponerse él mismo como big player, ya no se discutió más”, razonó. Cerca de Macri, sin embargo, insisten que “de ningún modo hay que descartar que juegue y me suena que la reunión funcionó como un aviso”.
El anticipo de Macri no puede traducirse como que seguro será candidato, sino que verdaderamente evalúa esa posibilidad, lo que hasta ahora había negado tanto frente a Larreta como a Bullrich. Tanto es así que la presidenta del PRO llegó a decir en una entrevista que dio días previos desde su gira por los Estados Unidos, que “Macri no será candidato”. Lo mismo se le escuchó decir infinidad de veces al Jefe de Gobierno porteño.
Hasta hay quienes aseguran que más de una vez se lo preguntaron directamente (lo que parece que no les resulta demasiado sencillo) y repitió lo que tantas veces se dijo, que aspiraba a ser un factor de unidad en Juntos por el Cambio (JxC), empezando por el PRO, para ayudar a una próxima victoria de la coalición opositora. Muy cerca del ex presidente, incluso, repetían hasta la semana pasada que “Mauricio no va a ser”.
Aunque haya perdido las elecciones, Macri no salió por la puerta de atrás como Trump. Sufrió el baldazo de unas PASO que no esperaba, pero pudo remontar hacia la primera vuelta, alcanzando un porcentaje (41%) que se parece bastante al piso que tiene JxC en las preferencias electorales a partir de entonces. Lo hizo a fuerza de una movilización de su electorado en distintos puntos del país, inédita en esa fuerza política, apelando a sentimientos y valores más que a los magros resultados económicos de la gestión.
DE LLENO EN LA AGENDA PÚBLICA
Lo concreto es que el expresidente volvió a la Argentina de su largo viaje por Miami, Parma, Qatar y de vuelta a Miami especialmente motivaod. Antes de empezar con sus reuniones acicateó en las redes sociales a Hugo Moyano con una encuesta que en Twitter obtuvo casi 50.000 votos, preguntando si acaso sus afiliados son mafiosos. El 81% de sus seguidores respondió afirmativamente.
El día anterior criticó en otro posteo la “falta de energía, falta gasoil” y “a este ritmo en invierno va a faltar gas”. En Facebook detalló más largo su posición, habló de “las políticas ideologizadas del gobierno kirchnerista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner (que) hicieron que se detengan los proyectos de energía renovable”.
Y puntualizó que “aunque ya estaba licitado en 2019, tampoco hicieron el gasoducto de Vaca Muerta que hubiese significado un alivio estructural al problema del gas”, lo que lleva a que “el gasoducto cuesta 1500 millones de dólares, pero el nuevo gasoducto cuesta 5.000 millones en gas importado. Si hubiesen hecho el gasoducto en lugar de importar, ahora estaríamos planeando cómo exportar más gas y sus derivados”.
Ese posteo llevó a que Darío Martínez, el secretario de Energía, salga a responderle, desmintiendo la información que dio Macri. Pero, a su vez, contestó con alto perfil mediático el exministro de Energía, Juan José Aranguren, que no se fue muy contento (antes de lo previsto) del gobierno de Cambiemos, lo que subió las acciones de la gestión anterior en materia de energética.
Una amiga del expresidente que lo quiere y mucho, lo explicó así: “Ese es el mejor rol de Mauricio, levantar los temas para que salgan sus ex funcionarios a defender lo que hicieron. La gestión que hizo fue mejor de lo que muchos creen. Si será candidato o no, la verdad que no lo sé, supongo que él quiere, pero no sé si tiene sentido un segundo tiempo”.