Málaga: fue a colgar la ropa y un rayo la atravesó desde el hombro hasta el pie
La mujer, de 39 años, estaba tendiendo la ropa bajo una carpa cuando recibió el fuerte impacto, del que ha salido prácticamente ilesa milagrosamente a excepción de algunas quemaduras de primer grado. Al ser entrevistada, contó con lujo de detalles su experiencia
Domingo 21 de mayo el día se había levantado muy nublado en Málaga, pero aún no asomaba la tormenta y Paqui, vecina de la Estación de Cártama, en Málaga, decidió salir al exterior de su casa para colocar ropa sobre el el tendedero que tiene en el jardín a apenas 10 metros de la vivienda. Mientras que colocaba la ropa, empezó la tormenta, y a las 12.30 horas, en sus propias palabras, volvió a nacer. Le había caído un rayo.
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“Me atravesó el cuerpo entero, me entró por un hombro y me salió por un pie. Fue un milagro que no me afectara ningún órgano”, explica aún en shock Paqui. No sabe cómo explicar lo que vivió en apenas una milésima de segundo. Su marido estaba en el baño cuando ocurrió todo y recuerda el grito descorazonador de su mujer, que no soportaba el fuerte dolor que le causó el impacto en el abdomen. “Era muy doloroso, yo pensaba que me había reventado algo por dentro, me ardía”, explica.
Como pudo, se arrastró al interior de la vivienda, donde fue atendida por su marido, quien la llevó de inmediato al Hospital del Valle del Guadalhorce. Durante el trayecto, Paqui recuerda que tenía los brazos totalmente dormidos y el abdomen casi teñido de negro. No podía casi moverse. Allí fue ingresada en la Unidad de Críticos. “Allí me estabilizaron y vieron si me había pasado electricidad por el corazón. Afortunadamente no. Los médicos me dijeron que era una afortunada, que solo peso 55 kilos y que igual que un rayo parte un árbol podría haber acabado yo”, dice.
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Del Guadalhorce fue finalmente trasladada al Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. Allí, los especialistas la tuvieron monitorizada durante 24 horas ante el riesgo de taquicardias o incluso de un infarto. “Como afortunadamente estaba todo bien, me dieron el alta un día después, pero aún sigo aturdida, entre el impacto y que me caí para atrás, aún estoy recuperándome”, cuenta, a la vez que confiesa entre risas cómo todo el hospital la conocía como “la niña del rayo”.
“Nadie daba crédito a lo que me había pasado, nadie se imagina la peste a quemado que yo echaba, era exagerado, absolutamente chamuscada. Tengo las quemaduras en el hombro y en el pie, por donde entró y por donde salió, y en el abdomen, pero también en la sudadera y en los calcetines que llevaba, hasta en el césped artificial hay marcas”, continúa.
Su perro también estaba junto a ella como de costumbre cuando cayó el rayo. “Yo le vi también cayendo hacia atrás. Se quedó con las patitas hacia arriba la criatura, pero lo hemos llevado al veterinario y el pobre también está bien. Ha sido una suerte. Hemos vuelto a nacer”, relata.
Pese a que aún no está totalmente recuperada, Paqui no pierde el sentido del humor reseñando que los expertos dicen que la probabilidad de que te caiga un rayo es de una entre tres millones. “Dicen que es más fácil que te toque la lotería antes de que te caiga un rayo… Yo hoy he comprado, por si acaso, ya que he tenido tanta suerte”, zanja entre risas.