Manifestantes volvieron a tomar la oficina del primer ministro en Sri Lanka
El primer ministro, Ranil Wickremesinghe, fue nombrado presidente interino. Pidió al ejército y a la policía “que hagan lo necesario para restablecer el orden”.
Manifestantes antigubernamentales desafiaron la declaración de un estado de emergencia e irrumpieron en la oficina del primer ministro, tras la huida del país horas antes del presidente Gotabaya Rajapaksa. Los manifestantes exigen que el primer ministro Ranil Wickremesinghe renuncie al mismo tiempo que Rajapaksa, en medio de la peor crisis económica y política de la historia de esta isla al sur de India.
Cómo fue la toma de la oficina el primer ministro de Sri Lanka
Un grupo de mujeres y de hombres rompieron la barrera impuesta por los militares y penetraron en el despacho del primer ministro agitando banderas del país, a pesar de que la policía y el ejército intentaron detenerlos con gases lacrimógeno y cañones de agua.
Manifestantes antigubernamentales irrumpieron también en la sede del principal canal de televisión público de Sri Lanka y aparecieron brevemente en emisiones al aire, según imágenes de esa cadena.
Sri Lanka: Gotabaya Rajapaksa conformó que renunciará a la presidencia de su país
El sábado, una multitud invadió el palacio presidencial, precipitando la huida del mandatario Rajapaksa, que este miércoles por la mañana huyó en avión a la vecina Maldivas.
El primer ministro pidió a la policía “restablecer el orden”
El primer ministro Wickremesinghe, nombrado presidente interino según anunció el Parlamento, pidió al ejército y a la policía “que hagan lo necesario para restablecer el orden”, en una declaración televisada.
Los manifestantes “quieren impedir que cumpla con mis responsabilidades como presidente en funciones. No podemos permitir que los fascistas tomen el control”, señaló.
El Gobierno decretó el estado de emergencia y la policía anunció un toque de queda por tiempo indeterminado en la provincia occidental, donde está Colombo, la capital, para contener las protestas.
La Constitución prevé, en caso de renuncia del presidente, que el primer ministro asuma ese cargo de manera interina hasta la elección por parte del Parlamento de un diputado que ejercerá el poder hasta el final del mandato en curso, es decir noviembre de 2024.
La huida del presidente
Rajapaksa, de 73 años, partió junto a su esposa y un guardaespaldas a bordo de un avión Antonov-32 que despegó del aeropuerto internacional de Colombo, aseguraron funcionarios de migración. “Se sellaron sus pasaportes y embarcaron en el vuelo especial de la fuerza aérea”, dijo un funcionario a la AFP.
Una fuente del aeropuerto de Malé, la capital de Maldivas, confirmó a AFP la llegada del presidente, quien fue trasladado a un sitio no revelado después de aterrizar en ese archipiélago situado al sureste de Sri Lanka, en el océano Índico.
La partida del presidente fue complicada. El martes fue rechazado de manera humillante por los agentes de inmigración en el aeropuerto de Colombo, que le negaron el acceso a la sala VIP para sellar su pasaporte. Rajapaksa quería evitar el terminal público por temor a una reacción adversa de la gente.
El mandatario y su esposa pasaron la noche previa al viaje en una base militar cerca del aeropuerto internacional tras haber perdido cuatro vuelos con destino a Emiratos Árabes Unidos.
Su hermano Basil, que dimitió en abril de su cargo como ministro de Finanzas, tampoco pudo abordar un avión hacia Dubai.
Crisis en Sri Lanka: manifestantes irrumpieron en la residencia del Presidente
La crisis económica que desató las protestas
En su huida, el presidente esrilanqués dejó atrás un maletín lleno de documentos y con 17,85 millones de rupias (50.000 dólares), que ahora están bajo custodia de las autoridades.
Rajapaksa está acusado de una mala gestión de la economía, y de haber llevado al país al caos y a una crisis profunda por la falta de divisas, lo que hace imposible financiar las importaciones de productos esenciales para la población de 22 millones de habitantes.
Sri Lanka declaró una moratoria de su deuda por 51.000 millones de dólares en abril y está en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un préstamo. Además, el país casi agotó sus reservas de combustible y el gobierno ordenó el cierre de las administraciones no esenciales y de las escuelas para reducir los desplazamientos.