MASACRE DE FUNES: "ESA NOCHE TULIO NO ERA MI HIJO"
El defensor del adolescente de 17 años que el sábado último asesinó en la localidad de Funes a su padre, de 50, y a un hermano, de 16 años, dijo que la madre sostiene que la noche del crimen el chico no era su hijo, para ejemplificar el nivel de turbación que observó en el mismo.
“Esa noche, ella se enfrentó con él (y resultó también herida de un disparo), lo llega a tocar y dice: `Ése no era Tulio, no era mi hijo, era otra persona’. Esta es la referencia de ella (Alicia Travagliante, la mamá, de 49 años)”, aseguró hoy el defensor, Jorge Bedouret.
“Esa noche ella lo ve descontrolado, de lo cual hace una descripción que a mí me pareció muy simbólica cuando ella dice: `no era mi hijo’. Lo ve como otra persona a la que ella no conocía. Ésa es la descripción patética que ella hace”, agregó Bedouret.
En diálogo con distintos medios de prensa, Bedouret salió por otro lado al cruce de una versión periodística que lo acusaba de tratar de imponer a través de los medios y ante la opinión pública una estrategia mediática.
“Nada tan ajeno a mi forma de actuar; además, yo anticipé que todavía no tengo definida una estrategia y que prefería esperar los resultados de las distintas pericias para ello”, dijo el letrado.
El adolescente homicida, que tiene un hermano mellizo que no estaba en la casa al ocurrir el drama, mató de un disparo en la cabeza a su padre, Alberto Adorna, de 50 años; a su hermano menor, Germán Jesús, de 16; hirió en el tórax a su madre, Alicia Travagliante, de 49, y golpeó en la cabeza a su hermana mayor, Nadia, de 19.
Triste y deprimido
Más adelante el profesional sostuvo que el menor detenido “está muy triste, deprimido” y señaló que si bien “no puede comprender lo que hizo, tal vez con el tiempo pueda recordar lo que pasó”.
Además, el abogado destacó que “sus relatos los inicia sobre algún flash de lo que sucedió, pero no recuerda” lo ocurrido el último sábado por la noche en su casa de Funes, una localidad ubicada a solo 15 kilómetros de Rosario.
Consultado por los medios rosarinos a la salida de Tribunales, el abogado señaló también que “hasta el momento no están (listos) todos los estudios que se le están practicando”.
“No obstante, debemos considerar que las pericias adquieren una mayor relevancia cuando están implicadas personas mayores y aún cuando el joven hubiese sido un adicto (a las drogas) esto no fue el detonante de la tragedia”, aclaró.
Además, indicó que “la pistola Bersa calibre 22 se encontraba arriba de la mesita de luz del padre, con un silenciador y con cargador colocado” y remarcó el arma “durante todo día estuvo en ese lugar, e incluso, los integrantes de la familia sabían utilizarla porque el padre los instruyó”.
Respecto del perfil del adolescente, dijo: “Todo indica que era normal. Es un chico que cursa el último año de la secundaria en un colegio privado y católico. Es muy introvertido, tranquilo y sereno”.
Instinto de madre
El abogado destacó asimismo que “la madre quiere proteger lo que queda de su familia y cuando narra lo que pasó dice que no era el que apuntó y disparó. La intención de ella es de protección y quiere defender a su hijo”.
Por su parte, el psiquiatra Elías, indicó que el proceso de evaluación pericial “recién se inicia” y hay que considerar que “las pericias no son un acto puntual”.
Elías también resaltó que cuando se producen hechos como éstos “hay trastornos de la memoria y aparecen hechos borrosos, tal vez aparecen los momentos previos y posteriores al incidente, siempre hay un aturdimiento que es en definitiva lo que más afecta a la memoria.
“Aquí hubo una irrupción vaya a saber de qué índole y resulta imposible entender la fatal descarga del chico, la violencia familiar siempre puede estar rotando, ahora se estudia si comprende el acto criminal”, añadió.
Por otra parte, una alta fuente judicial reveló que la familia ha pedido que el joven sea trasladado a un centro asistencial neurosiquiátrico y que dicha autorización únicamente la puede otorgar el juez de menores interviniente en la causa, Juan Leandro Artigas.(DyN y Télam)
Difícil de entender
Por otra parte, el psiquiatra forense Carlos Elías, quien tuvo a su cargo la primera pericia sobre el doble homicida, dijo hoy que “lo que no hay es una capacidad de entender cuantitativamente esa descarga” del joven, ocurrida al asesinar indiscriminadamente.
“Es muy difícil en medicina, en particular, y en psiquiatría más aún, poder sacar conclusiones de hechos. Tal vez si son conclusiones apresuradas, terminan equivocando el diagnóstico”, explicó desde los tribunales provinciales.
“Yo no sé si tiene sustento más viejo alguna situación de violencia familiar menor, como hay miles y miles de casos, de los cuales todos los días vemos muchos aquí en tribunales; lo que resulta imposible de entender es la fatal descarga que hace este chico”, precisó el profesional.
Este contenido no está abierto a comentarios