Habían recibido amenazas
Mataron a puñaladas al director de cine iraní Dariush Mehrjui, y a su esposa
El galardonado cineasta fue uno de los críticos más abiertos del régimen islámico de Teherán. Todos los detalles aquí
Los cadáveres del cineasta, ganador de la Concha de oro de San Sebastián en 1993 por ‘Sara’, y de su pareja fueron encontrados por su hija. Habían recibido amenazas por redes sociales.
El director iraní Dariush Mehrjui, de 83 años, y su esposa, la guionista Vahideh Mohammadifar, fueron encontrados anoche sin vida por su hija, Mona, que iba a visitarles a su domicilio en Karaj, a unos 20 kilómetros de Teherán, para cenar con ellos este sábado. La pareja murió asesinada a cuchilladas, según informan hoy domingo los medios estatales iraníes. La agencia oficial de noticias iraní IRNA cita al funcionario judicial Hossein Fazeli, que asegura que están investigando las presuntas amenazas de acuchillamientos a los cineastas hechas en las redes sociales en las últimas semanas, y que había denunciado Mohammadifar.
Mehrjui abrió con su segunda película, La vaca (1969) una nueva era en el cine iraní. Tras asistir al programa de cine de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) a principios de la década de sesenta, el estreno de La vaca, ambientada en una aldea iraní que sufre la pérdida de su única vaca, dio el pistoletazo de salida de un nuevo cine más atento a lo social en su país. Justo después estrenó su primer largo Abbas Kiarostami y, más tarde, Mohsen Makhmalbaf.
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En 1993 ganó la Concha de oro del festival de San Sebastián, por la película Sara. El drama es una adaptación libre de la obra teatral Casa de muñecas, del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, trasladada a la sociedad iraní, y critica duramente la situación de la mujer en ese país. El galardón lo recibió ex aequo con Principio y fin, del mexicano Arturo Ripstein.
Entre sus numerosos trabajos posteriores están filmes más intimistas como Gaav (1971), con la que obtuvo el premio de la crítica internacional en el festival de Venecia; Leila (1996), que analiza las diferentes concepciones del matrimonio en Irán, o Bemani (2002), que se estrenó en la sección Una Cierta Mirada de Cannes, sobre mujeres provincianas que luchan por llevar una vida normal en la sociedad ultraconservadora de Irán. Además de la Concha de oro del Zinemaldia, entre los múltiples galardones de Mehrjui se encuentra un Hugo de Plata en el Festival Internacional de Cine de Chicago en 1998.
Como la mayoría de los directores iraníes, Mehrjui luchó contra la censura gubernamental durante toda su carrera, y fue uno de los críticos más abiertos del régimen islámico de Teherán. El año pasado, publicó un video criticando al Gobierno por la prohibición de estrenar su última película, LA Minor, que describe el enfrentamiento entre un padre y una hija que quiere tocar música.
Sobre el doble asesinato, el domingo por la tarde, Hamid Hadavand, jefe de policía de la provincia de Alborz, donde se encuentra la ciudad de Karaj, aseguraba en la agencia de noticias IRNA que no había ninguna pista sobre los motivos. En cambio, la agencia Tasnim sí se aventuraba a señalar al robo como causa: según este medio, faltaban algunos objetos de oro. Con todo, su marcado carácter de opositor artístico al régimen, y la denuncia previa de amenazas realizada por Mohammadifar ha espoleado todo tipo de rumores sobre los homicidios. Hanif Soroori, asistente del cineasta, quien también visitó la casa el sábado, subrayó que la puerta de casa estaba forzada y que lo aislado de su localización, aunque fuera dentro de una urbanización, provocaba que no hubiera testigos que aportaran pistas a la investigación.