Córdoba
“Me están matando”: una interna de la cárcel de Bouwer recibió una brutal golpiza
El hecho ocurrió en uno de los pabellones, en donde las atacantes utilizaron como armas sus propios puños, palos de escoba, patadas y hasta llegaron a tirarla de los pelos.
Luego de que se difundiera una grabación de una golpiza que le propinaron a una reclusa de la cárcel de Bouwer para mujeres, el Ministerio de Justicia de Córdoba explicó que la situación ya había sido controlada y que las agresoras fueron apartadas. Si bien en un fragmento del video se escuchó como la víctima pedía ayuda al exclamar: “Me están matando”, las autoridades indicaron que ésta había recibido la asistencia médica necesaria.
A pesar de que la filmación parecía ser reciente, lo cierto es que la agresión sucedió el pasado 22 de marzo, cuando un grupo de detenidas acorralaron a una de sus compañeras para golpearla. La golpiza se dio en uno de los pabellones, en donde las atacantes utilizaron como armas sus propios puños, palos de escoba, patadas y hasta llegaron a tirarla de los pelos.
“Sacá un palo de mi pieza, Jimena”, se escuchó a la presunta líder de la banda que le ordenó a otra de las involucradas que fuera a tomar los elementos que utilizaron en contra de la mujer. Si bien no se dieron detalles de qué ocurrió antes del ataque, al comienzo de la grabación ya podía observarse que la agredida estaba asustada y sentada en un rincón.
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De acuerdo a la información publicada por ElDoce.tv, una vez que la otra detenida le entregó el palo a la presunta orquestadora del ataque, ésta comenzó a golpear a la mujer que estaba en el suelo y solo fue cuestión de segundos que otra más se sumara a la agresión. Por su parte, la víctima solo atinó a cubrirse el rostro con las manos, mientras pedía auxilio a los agentes del Servicio Penitenciario.
“Diego, por favor abran el portón. Por favor, te pido Diego, me están matando”, gritaba la detenida, mientras que la supuesta jefa la retaba a seguir llamando a los guardiacárceles. “Decile al putito ese, dale, dale. Decile al puto ese que no tiene huevos”, pronunciaba, para después agregar: “Dale, decile que nos lleve al portón”, en referencia a un presunto punto de penitencia establecido en el penal.
Por el momento, tampoco se dio con el origen de la discordia entre las presas, sin embargo, la señalada como la líder de la pandilla le exigió que se disculpara por algún acto que la habría afectado. “Pedime perdón en la cara, todo lo que me están haciendo, la concha de tu madre, te vamos a matar gila. Te voy a cagar a puñaladas”, amenazó.
A pesar de que no se captó el momento en el que la mujer agredida fue socorrida por los guardias de seguridad, desde la cartera de Justicia revelaron que el motivo detrás del ataque habría sido un “riña”, la cual ya fue denunciada por el Servicio Penitenciario en la unidad judicial correspondientes y al órgano de control que antes era conocido como Tribunal de Conducta. Asimismo, confirmaron que la víctima recibió atención médica, mientras que las agresoras fueron trasladadas hacia otros sectores de la cárcel.
Por otro lado, aún continúa bajo investigación el crimen de César Darío Moreno, el detenido que habría sido asesinado y torturado por el personal de la cárcel de Bouwer para hombres. Según reconstruyeron los investigadores, la víctima habría sido atacada por el personal penitenciario, por lo que tuvo que ser atendido por los médicos del lugar, quienes lo habrían atado e inmovilizado por más de 48 horas hasta que murió.
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“Se procedió a una sujeción que nunca fue preventiva, una sujeción que representó una verdadera tortura”, apuntó el abogado querellante, Alejandro Pérez Moreno, al describir que “lo apretaron en todas las extremidades, lo mantuvieron al menos 48 horas sin suministrarle alimentos y bebidas”. Asimismo, el representante de la familia de la víctima denunció que “si hizo necesidades encima, no lo higienizaron”, por lo que habría transcurrido sus últimos días en condiciones infrahumanas.
Hasta el momento, la causa cuenta con nueve detenidos, entre ellos, dos médicos, los cuales tendrían diferentes grados de responsabilidad en la comisión del delito de tortura seguida de muerte. No obstante, las imputaciones de los acusados no fueron formuladas, pese a que desde la Fiscalía de Homicidios adelantaron que el expediente reunió varias filmaciones, testimonios, pruebas técnico científicas, análisis interdisciplinarios realizados por la Dirección General de Policía Judicial y del Instituto de Medicina Forense que serían contundentes, para cuando el fiscal a cargo de la investigación los cite para ponerlos en conocimiento de su situación procesal.