Micromedidores de agua: “queremos que se pague lo consumido”
González le plantea a Aguas Santafesinas que los coloque gradualmente en todos los domicilios, tal cual lo expresa la Ley Nº 11.120. “aproximadamente ocho de cada diez viviendas no tienen un micromedidor, por lo que pagan un monto estimado y no lo que efectivamente consumen”, afirmó.
Son cerca de 140.000 los usuarios del servicio de agua potable por red en la ciudad de Santa Fe. Del total, “cerca de un 17%” cuenta con un micromedidor de agua en su casa. “Esto significa que pueden pagar realmente lo que consumen, y no un cálculo estimado, como lo hacen ocho de cada diez familias en Santa Fe”.
Así lo explicó el presidente del Concejo Municipal Leandro González, quien se mostró preocupado por la cifra y pretende “que se hagan valer los derechos de los usuarios pagando lo que consumimos. El agua es un bien escaso y fundamental, y si bien el pago estimado es una realidad de larga data, en momentos de crisis económica tenemos que hacer lo posible para corregir estas desigualdades: un sistema más justo lleva indefectiblemente a un pago más justo del servicio, y posteriormente a un uso racional del agua para así lograr una disminución del derroche”.
Más control, menos gasto
“En otras ciudades de nuestra provincia se ha avanzado en la instalación voluntaria de micromedidores y los resultados son claros: en la gran mayoría de casos la gente consume menos agua de lo que pagaba previo a tener el medidor. Es una cuestión de equidad con los usuarios, pero también de control de consumo de un recurso escaso y vital”.
En este sentido, González presentó un proyecto donde le pide nuevamente a la Empresa Aguas Santafesinas (ya lo hizo en 2016), la colocación gradual de micromedidores en las viviendas servidas por redes de agua potable de la ciudad, tal cual lo establece la Ley Provincial N° 11.120, “que busca desarrollar y mejorar el servicio de agua potable en toda la provincia, y proteger los derechos de los usuarios”.
Finalmente, quiso resaltar “el enorme trabajo de la gestión del Frente Progresista” en la que se expandió el servicio de agua potable de un 56% de la población a un 95%. “Este segundo paso que nosotros reclamamos es poner el consumo en un plano de igualdad y de justicia para que efectivamente cuidemos el agua pero también cuidemos nuestro bolsillo”, finalizó.