Nuevo descubrimiento
Misterio en Jerusalén: encontraron una cueva usada como un “portal al inframundo”
Dieron a conocer un impactante hallazgo en las cuevas de Te’omim, en Jerusalén.
Un grupo de arqueólogos israelíes hicieron un impactante hallazgo en la cueva de Te’omim, Jerusalén,
un misterioso sitio en donde se especula que los antiguos romanos realizaban ritos y prácticas relacionadas con la nigromancia. Ahora, dieron con una cueva que sería un “portal al inframundo”.
Este lugar está ubicado a unos 30 kilómetros al oeste de Jerusalén, y las hipótesis al respecto es que allí se realizaban rituales de magia para invocar los espíritus de personas ya fallecidas.
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Por lo que detalla una investigación publicada por la revista Harvard Theological Review, las características de la cueva y los elementos que fueron encontrados, dan fuertes indicios de que este sitio era utilizado para este tipo de rituales.
“Basándonos en el descubrimiento de lámparas de aceite depositadas en grietas por toda la cueva, incluso cerca del manantial y el pozo profundo, sugerimos previamente que las deidades asociadas con los ciclos de la naturaleza, la vida y la muerte eran adoradas en la cueva en el período romano tardío”, explican los autores de la investigación.
Además, se encontraron cráneos humanos antiguos, lámparas de aceite y partes de armas ocultas que datan de los siglos II al IV d.C.
Dichos elementos que aparecieron en el lugar dan indicios de que esa cueva era utilizada antiguamente como un “portal” con los seres del más allá.
Cuales son los posibles orígenes de este ritual
Hace años que los arqueólogos y autores del estudio, Boaz Zissu, de la Universidad Bar-Ilan y Eitan Klein de la Autoridad de Antigüedades de Israel, realizan excavaciones y estudios al respecto de los vestigios de las creencias de la sociedad que residía en ese lugar.
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Por lo que se pudo precisar, ese sitio fue repoblado por personas de distintos lugares como Siria, Anatolia y Egipto, luego de que los judíos fueron expulsados de allí en la revuelta de Bar Kokhba en el siglo II, por el Imperio Romano que gobernaba.
Teniendo esto en cuenta, los investigadores tienen la hipótesis de que estas nuevas comunidades trajeron consigo estas costumbres en relación a la muerte y de crear conexión con personas fallecidas.