Murió el paciente que recibió tratamiento con dióxido de cloro
Falleció este lunes por una infección intrahospitalaria. Los familiares lamentaron el retraso en la medida de tratamiento y el abogado dijo que demandarán al hospital.
El paciente al que se ordenó bajo una orden judicial que se lo trate con dióxido de cloro contra el coronavirus, Oscar Jorge García Rúa, murió este lunes por la tarde. De acuerdo con lo que le infirmó a C5N el abogado de la familia del fallecido, Martín Sarubbi, la causa de la muerte fue una infección intrahospitalaria.
“No termina falleciendo a causa del Covid-19, sino por una infección intrahospitalaria. Fallece por una demora”, aseveró el letrado y reveló que presentarán una denuncia contra el Sanatorio Otamendi por retrasar la orden de la Justicia.
También en diálogo con C5N, José María, familiar de Oscar declaró: “Recién el sábado pudimos empezar a suministrar, tuvo una notoria mejoría”. Luego agregó: “Estaba esperanzado de que podría salir con vida”. “Nos quitaron la posibilidad acorde a derecho de que tuviera alguna chance más”, acusó el hombre.
La Justifica Federal había obligado al Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires a suministrar dióxido de cloro al paciente, internado en grave estado con coronavirus Covid-19. La sustancia había sido rechazada por su peligrosidad por la Sociedad Argentina de Infectología y la propia Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Sin embargo, el Juez federal subrogante, Javier Pico Terrero, del Juzgado Civil y Comercial Federal N°7, hizo lugar al pedido de la familia del paciente Jorge García Rúa para suministrarle dióxido de cloro intravenoso e ibuprofenato de sodio en nebulizaciones.
“La cobertura de los tratamientos indicados no ocasionaría un grave perjuicio para la demandada, pero evita, en cambio, el agravamiento de las condiciones de vida de la actora”, señaló el fallo judicial.
“A la luz de la documentación acompañada, no se advierte una imposibilidad de orden médica para la implementación de los tratamientos prescriptos y adecuado al caso de autos, que además es de urgente realización ya que puede mejorar el diagnóstico y el tratamiento consecuente a adoptarse de manera inminente o, en su caso, salvar la vida del paciente”, agregó el fallo.
La medida causó repudio en la comunidad científica en general y en los médicos del Otamendi en particular, quienes este domingo se movilizaron. “Nos manifestamos haciendo cumplir nuestro juramento hipocrático”, advertían.