A los 89 años
Murió Jorge Gregorio “Goyo” Perez Companc
Fue uno de los empresarios más icónicos de los últimos 50 años y poseedor de una de las cinco mayores fortunas de Argentina.
A los 89 años, falleció Jorge Gregorio “Goyo” Perez Companc, uno de los empresarios más icónicos de los últimos 50 años y poseedor de una de las cinco mayores fortunas de Argentina.
Goyo inició su carrera en la industria naviera y luego se expandió al sector petrolero. También fue propietario del Banco Río. Actualmente, su grupo es uno de los principales productores agropecuarios del país, con compañías destacadas como Molinos Río de la Plata y la empresa de energía Pecom. Según la revista Forbes, su patrimonio estaba valuado en 3.900 millones de dólares, lo que lo posicionaba como el cuarto hombre más rico de Argentina, detrás de Marcos Galperin, Paolo Rocca y Alejandro Bulgheroni.
Nacido en Buenos Aires, Goyo fue adoptado de pequeño por la francesa Margarita Companc de Pérez Acuña. Tuvo ocho hijos (siete de ellos aún viven, mientras que la mayor, Margarita, falleció en un accidente de tránsito en la Patagonia a los 19 años) y estaba casado con María del Carmen “Munchi” Sundblad.
Visionario en el mundo de los negocios, en 2001 realizó uno de los movimientos más significativos del sector al vender su holding energético a la brasileña Petrobras, en un contexto económico difícil. Este paso marcó el comienzo de la transformación de uno de los holdings más importantes de Argentina, consolidando un gigante en la industria alimentaria con Molinos como su buque insignia, actualmente gestionado por sus hijos.
Goyo fue un hombre que se forjó a sí mismo y revolucionó el mundo de los negocios en Argentina. Incursionó en la industria petrolera, la construcción, el turismo y supo retirarse a tiempo, manteniendo un perfil bajo en la era de las redes sociales. Era fanático de la lechería y de los autos clásicos, siendo recordado por sus colegas como un ejemplo de empresario de los “que ya no hay”. La noticia de su fallecimiento fue confirmada por LA NACION.
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Goyo comenzó su trayectoria empresarial junto a sus hermanos Carlos y Jorge Joaquín, fundando la primera empresa naviera familiar en 1946. La naviera se dedicaba al transporte de lana desde la Patagonia, diversificándose luego al negocio petrolero. En 1958, los hermanos fundaron su propia petrolera, Pecom, y a finales de los años 60 incursionaron en el sector financiero con la compra del Banco Río de la Plata.
Durante los años 80, el holding se expandió al sector de la construcción con la empresa Sade y en los 90 fueron pioneros en el negocio de los centros comerciales con el proyecto de Alto Palermo. La entrada masiva de capitales internacionales en los 90 llevó al grupo a redefinir su estrategia, enfocándose en los agronegocios y la energía, lo que resultó en la venta de Alto Palermo, el Banco Río y Telecom Argentina.
En los 90, la familia ingresó al negocio de los alimentos con la compra de Molinos Río de la Plata al grupo Bunge & Born por 600 millones de dólares. Esta adquisición posicionó a la familia como uno de los grandes jugadores en el consumo masivo, con marcas líderes como Matarazzo, Granja del Sol, Exquisita, Lucchetti, Preferido, Vitina, Cocinero, Lira, Blancaflor y Nobleza Gaucha, además de controlar la bodega Nieto Senetiner.
A lo largo de su vida, Goyo mantuvo un perfil extremadamente bajo, evitando la participación pública y concediendo pocas entrevistas. Sus apariciones se limitaban a ferias agrícolas, donde se presentaba como un productor rural más. Además de su pasión por el campo, era un entusiasta de los autos, poseyendo un museo de autos de colección y un pequeño autódromo privado en su casa de Escobar.
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Goyo era una persona muy religiosa y, a través de su fundación, fue uno de los mayores donantes de la Iglesia Católica y otras obras de caridad en Argentina. En 1979, mientras aprendía a dirigir Pecom tras la muerte de su hermano Carlos, su esposa Munchi fundó la cabaña San Isidro Labrador y comenzó la cría de vacas Jersey, estableciendo la Asociación Argentina de Jersey en 1981. En 1997, lanzaron su línea de helados artesanales bajo la marca Munchi’s.
Recientemente, el Grupo Perez Companc anunció una importante reorganización accionaria, consolidando el liderazgo de Luis Perez Companc. La venta de acciones de tres hermanos (Jorge, Cecilia y Catalina) a los otros tres (Luis, Rosario y Pilar) significó una transacción estimada en 450 millones de dólares, quedando Luis, Rosario y Pilar al frente de Molinos Agro, Pecom y Molinos Río de la Plata. Los tres hermanos que vendieron sus acciones seguirán como socios en Goyaike, empresa que posee vastas hectáreas en la Patagonia, la Pampa Húmeda y Uruguay, operando tambos que abastecen a Munchi’s.
La familia ha mantenido una unidad basada en valores compartidos, continuando con la tradición empresarial de más de 80 años. Luis Perez Companc, líder del grupo, destacó la pasión y vocación de la familia por invertir en Argentina y potenciar el crecimiento de sus empresas.