Murió Lucas González, el joven de 17 años baleado por la Policía
El joven de 17 años se encontraba en grave estado tras recibir un disparo en la cabeza por parte de la Policía en el barrio porteño de Barracas mientras regresaba a su casa del entrenamiento de fútbol.
Murió Lucas González, el joven futbolista de 17 años baleado por la Policía que se encontraba en grave estado tras recibir un disparo en la cabeza. El hecho ocurrió en el barrio porteño de Barracas, en un episodio que la familia del joven no duda en encuadrar como un caso de “gatillo fácil”.
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El deceso del adolescente, gravemente herido el pasado miércoles, fue confirmado por un amigo de su padre en medio de una manifestación en Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires. “Acaba de fallecer” anunció Emmanuel esta tarde, el tío “del corazón” del menor asesinado por la Policía de la Ciudad. “La familia está destrozada. Lo único que vamos a pedir es justicia”, afirmó.
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En línea con el reclamo de la familia, que denuncia que se trata de un caso de gatillo fácil, el hombre exigió cárcel para los responsables y resaltó que su sobrino tan solo volvía de jugar al fútbol cuando fue interceptado. “Basta, no queremos mas la muerte de chicos que venían de jugar a la pelota. Estos chicos no eran delincuentes. Esto no tiene que volver a pasar”, lamentó.
“Estamos esperando todavía que venga un juez o un fiscal, pero acá no vino nadie, solo la familia, tanto la nuestra como la de los otros chicos que quedaron traumados. El sueño de ellos era jugar todos juntos en primera“, dijo, y agregó que desde que ocurrió el incidente solo recibieron la asistencia del municipio de Florencio Varela.
El juvenil de las inferiores del club Barracas Central de 17 años murió esta tarde en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, a donde había sido trasladado en gravísimo estado luego de haber sido baleado por efectivos de la Policía de la Ciudad el miércoles por la noche. Ante el hecho, que conmovió a la opinión pública, los padres de Lucas estaban citados a las 19 por el presidente Alberto Fernández.
“Esto fue gatillo fácil. Simplemente esto. Me lo acribillaron a mi hijo. Le metieron dos balazos en la cabeza. Lo único que queremos es llevarlo a casa. Yo me lo quiero llevar a mi casa. No quiero más nada. Yo no busqué esto. Quiero justicia por mi hijo porque es una buena persona”, había afirmado el papá de Lucas respecto al hecho que culminó con el deceso del adolescente a poco tiempo de conocerse que tenía muerte cerebral a causa del disparo.