Murió Lucrecia Peñalva, la mujer que denunció mala praxis tras una peridural mal aplicada
Víctima de mala praxis, convivía con un dolor insoportable desde hace 13 años. La despedida de sus amigas en las redes.
Conocimos a Lucrecia Peñalva por el dolor inexplicable que padecía tras haber sufrido una mala praxis cuando fue sometida a una cesárea. En 2010, la peridural que le aplicaron afectó la aracnoides, una membrana que recubre la médula espinal. Le pasó con su segundo embarazo, y en una clínica ubicada en calle Alcorta, de donde se fue a su casa sin mayores explicaciones y condenada a un supervivencia extremadamente dolorosa.
Durante 13 años padeció aracdoiditis adhesiva crónica con formación de quistes en los órganos afectados. Los dolores nunca cesaron, fueron cada vez más intensos. Todo comenzó con un hormigueo, a los pocos meses empezó a caerse sin motivos, le diagnosticaron la enfermedad y con el tiempo terminó en una silla de ruedas, aunque la peleó todo lo que pudo con dos bastones para caminar y no dejarse vencer ante el amor de su familia.
Su caso fue de público conocimiento en 2016. Entonces, ella advirtió que sufría un dolor comparado con un cáncer que hizo metástasis en su cuerpo. Hacía ejercicios para que sus piernas no se atrofien, pero no podía evitar la formación de los quistes. “Lo que te termina matando”, comentó.
El 18 de junio Calf confirmó su muerte a la edad de 42 años, y participó a familiares y amigos a velar sus restos en la sala ubicada en Richieri y Linares. En el transcurso de un fin de semana extra largo, pero sobre todo gris y muy frío, algunas amigas volcaron su dolor en las redes sociales.
“Ejemplo de lucha y de amor. Con vos dejé de pensar que a las personas buenas le pasan cosas buenas. Porque vos no te merecías nada de lo mucho que pasó. Volá alto. Te quiero, siempre en mi corazón y mi memoria. Mi brujita sagitariana y tana querida. Agradezco a la vida haberte conocido”, expresó Ayelén Carricondo.
Lucrecia tenía dos hijas y estaba casada con Gustavo Sancho, con quien además de compartir la vida, celebró su amor por el arte, ese reducto en el mundo que salva a las personas y donde ambos encontraron la forma de ser felices sin barreras. En noviembre de 2022, resultaron distinguidos por un proyecto hecho desde el corazón que visibilizó la discapacidad “que tanto se oculta y poco se respeta” con un videodanza.
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Sobre la enfermedad que padecía
La aracnoiditis es un trastorno de dolor causado por la inflamación de la aracnoides, una de las membranas que rodean y protegen los nervios de la médula espinal. Se caracteriza por una picazón tan severa que arde. También provoca problemas neurológicos.
Si bien no tiene un patrón consistente, el síntoma más común es dolor. También puede causar hormigueo, entumecimiento o debilidad en las piernas. A medida que la enfermedad progresa, se sufre una discapacidad significativa.
Su muro de Facebook está plagado de citas e imágenes que referencian ese dolor constante que la acompañó hasta el fin de sus días. En 2020, recordó la fecha que partió su vida.
Pero también 2020 fue la bisagra para dar inicio e impulso a La Sanadora, su emprendimiento de muñecas tejidas con vellón de lana. “No solo un producto para la venta, es la vindicación del arte como terapia para el dolor”, explicó.
Fue una tienda de artesanías coloridas, de fridas tejidas a vellon, cuadritos y gatitos quitapenas que quedarán para siempre en el corazón de muchas mujeres sororas y compañeras de su lucha. “Vuela alto Lucre, querida compañera ¡Danza y danza ya sin dolor! Tristeza enorme, enorme, enorme”, expresó Carina Bisutti, docente en la Escuela Superior de Bellas Artes de Neuquén.
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