Murió por Covid Horacio González, exdirector de la Biblioteca Nacional
El sociólogo tenía coronavirus. Había recibido una dosis de la vacuna a fines de marzo y estaba internado en una clínica porteña. Tenía 77 años.
Horacio González, exdirector de la Biblioteca Nacional, murió por complicaciones en el cuadro de coronavirus por el que permanecía internado en el Sanatorio Güemes. Tenía 77 años.
El sociólogo había recibido la primera dosis de la vacuna el 31 de marzo, según confirmó su mujer, la cantante Liliana Herrero. González, funcionario de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, era considerado un paciente de alto riesgo desde la operación de urgencia a la que había sido sometido en 2015, cuando le extirparon un riñón.
La tarde de este martes, el periodista Daniel Tognetti confirmó la noticia en Twitter: “Falleció Horacio González. Liliana Herrero, su mujer, me pidió que lo comunique”.
El 19 de mayo, vía Twitter, la Biblioteca Nacional había confirmado el ingreso del ensayista e investigador a la clínica porteña a raíz del agravamiento de su salud. Actualmente González estaba a cargo del departamento de publicaciones del organismo, dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación.
“Su estado tiene altibajos. Hay días sumamente optimistas y esperanzadores y otros que no lo son. Este virus no solo daña los cuerpos sino que disuelve los vínculos entre las personas. Tengo información de su estado una vez al día y nada más”, había señalado Herrero en un comunicado.
Allí confirmó que González había sido inoculado con una primera dosis el 31 de marzo. “Yo creo que hay una enorme efectividad de la vacuna y esa efectividad tiene un enorme valor político. La tarea es vacunar, vacunar y vacunar”, dijo la artista.
Nacido en la Ciudad de Buenos Aires en 1944, González dedicó buena parte de su vida a la docencia: desde 1968 se desempeñó como profesor de Teoría Estética, de Pensamiento Social Latinoamericano, Pensamiento Político Argentino en la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata y la de Rosario, entre otras instituciones académicas.
Se volcó a la militancia política desde muy joven: en la década del ‘60 fue presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Su llegada a la actividad pública se produjo el 1° de diciembre de 2005, cuando asumió al frente de la Biblioteca Nacional bajo el gobierno de Néstor Kirchner. Se mantuvo en el cargo hasta el 10 de diciembre de 2015, cuando finalizó el segundo mandato de Cristina Kirchner.
Junto a otros referentes intelectuales del kirchnerismo, como Horacio Verbitsky, Ricardo Forster y Nicolás Casullo, González integró el espacio Carta Abierta desde su creación en 2008 hasta su disolución, en diciembre de 2019.
En 2013, fue distinguido con el título honorífico de Doctor Honoris Causa, otorgado por la Universidad Nacional de La Plata. Publicó varias obras referentes del ámbito sociológico y filosófico, como La ética picaresca, Decorados, El filósofo cesante, Las multitudes argentinas, Restos Pampeanos y Filosofía de la conspiración.