Murió Toto Riina, el brutal exjefe de la mafia siciliana
El histórico capo de la Cosa Nostra murió a los 87 años en un hospital de Parma. A pesar de su avanzada edad y su precario estado de salud, nunca dejó de ser considerado peligroso.
Totó Riina, el ex jefe supremo de la mafia siciliana Cosa Nostra, murió esta madrugada en el Hospital Mayor de la ciudad de Parma a los 87 años, informó el diario italiano “la Repubblica”.
Riina había pasado los últimos cinco días en coma tras ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones. Padecía cáncer en cada riñón, problemas cardíacos serios y mal de Parkinson.
El que fuera “capo de capos” de la mafia llevaba 24 años en prisión y estaba condenado a 26 cadenas perpetuas por los múltiples asesinatos que ordenó, entre ellos el de los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borselino en 1992. Se cree que Riina mató personalmente a 200 personas y es responsable de otros 360 muertos, muchos de ellos en las guerras internas que estallaban en Cosa Nostra.
En julio pasado, el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria de Bolonia negó su excarcelación después de que el Tribunal Supremo pidiera que se estudiara su situación por el deterioro de su salud.
Nacido en 1930 en Corleone, la pequeña ciudad ubicada a cien kilómetros de Palermo, Riina pasó sus años de prisión en una celda-habitación prácticamente blindada bajo el régimen del denominado “artículo 41 bis”, que prevé aislamiento y condiciones de rigurosidad para impedir el posible contacto con miembros de las organizaciones mafiosas desde la prisión.
No se le permitía leer diarios ni mirar televisión. Además, sus visitas no podían acercarse a menos de un metro de distancia y tenían prohibido tocarlo, abrazarlo o darle un beso.
Su mujer y tres de sus cuatro hijos habían obtenido el jueves un permiso del ministerio italiano de Salud para poder visitarlo y despedirse de él.
A pesar de su edad y su estado de salud, Riina seguía siendo considerado “peligroso”. Cuando en algunas oportunidades le permitieron compartir la “hora de aire” con algún otro mafioso, comenzó a dar órdenes para matar a magistrados.
Los médicos aseguraron que Riina estaba “lúcido”. En una conversación interceptada meses atrás, afirmaba que “no se arrepentía de nada”. “Nunca podrán conmigo, aunque me condenen a 3.000 años”, desafiaba.
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