No es ciencia ficción: ¿sabías que existen caracoles “zombies”?
Los zombies no solo están en las películas y videojuegos, también en la naturaleza. Descubrí los caracoles más zombies.
Podrías pensar que los zombies son seres de ciencia ficción, que solo aparecen en videojuegos y películas. Pero te sorprendería saber, que posiblemente, estos zombies estén basado en hechos reales. Se han constatado en la naturaleza verdaderos caracoles zombie.
Los parásitos y los zombies
Los parásitos están muy adaptados a las especies que parasitan y son capaces de hechizarlas para que actúen según su conveniencia. Hoy, haremos mención de un ejemplo muy llamativo de este proceso, de la mano de curiosos parásitos gusanos platelmintos de la familia Leucochloridiidae, que incluye varios gusanos parecidos del género Leucochloridium.
Estos gusanos infectan a caracoles y aves para completar su ciclo de vida. A los caracoles los convierte en auténticos zombies dirigidos por ellos.
Uno de estos gusanos y protagonista de nuestra historia, es Leucochloridium paradoxum. Esta especie, se ha encontrado en algunos países europeos, como Alemania, Polonia y Noruega. e infectan a caracoles del género Succinea. Morfológicamente, es todo lo bonito que puede ser un gusano, bandeado de colores vivos verdes, rojizos y amarillos.
Curioso como algunos animales, intentan parecerse a su entorno para mimetizarse y camuflarse. Es una técnica muy utilizada para evitar ser comidos y mantenerse oculto a depredadores. Otros, sin embargo, como este gusano, tiene colores llamativos para facilitar ser «depredado» y entrar en las aves de manera inversa.
Diferencia de intereses
Normalmente, es mejor tener una apariencia externa más parecida a tu entorno, para mimetizarte y quedar oculto a depredadores. También, pueden jugar esta carta depredadores, ocultos esperando que pase la presa para abalanzarse sobre ella.
Los parásitos, prefieren jugar a la técnica inversa (exponerse para ser comidos) y así saltar de un hospedador a otro.
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Todo un ciclo de vida cruelmente planificado
Todo comienza cuando el caracol ingiere excrementos de pájaros, que fueron infectados por este gusano platelminto Leucochloridium paradoxum. Sus larvas (miracidios), crecen en el estómago del caracol, hasta formar la segunda fase del ciclo, los esporocistos. Estos últimos, crecen controlando el sistema nervioso y los sentidos del caracol, consiguiendo así cambiar totalmente el comportamiento del caracol.
Es alucinante como el parásito mueve al caracol en su propio beneficio. Los caracoles sólo salen a buscar comida días lluviosos, en los que sus principales depredadores, como los pájaros y pequeños mamíferos, están a resguardo. Evitando depredadores, también viven en zonas oscuras, lejos de ojos amenazantes. Los caracoles infectados por el gusano, sin embargo, se desinhiben totalmente a voluntad del parásito y salen días soleados a la luz del día, como gritándole a los pájaros ¡¡¡cómeme!!!
Esto se conoce como mímica agresiva. La intención del leucocloridio es simular ser una oruga ? y verse lo más apetecible posible para ser devorado.
Es aquí donde inicia la guaracha estrambótica en sus ojos, mientras el caracol se va moviendo y va llamando la atención. pic.twitter.com/AgsFjXEvO0
— Felipe Goes Wild in Australia ??? (@EcoParcero) August 12, 2019
Muchos animales aprovechan días de lluvia para salir a reproducirse o buscar alimento porque hay menos aves depredando. Aunque las haya, la visibilidad se reduce también.
Además, el gusano parásito acude a los tentáculos oculares del caracol y allí empieza a moverse para simular una lombriz y llamar aún más la atención de las aves. Los pájaros son su último objetivo para completar su ciclo de vida. En las aves, el esporocisto crece hasta formar un adulto fértil que libera huevos en su intestino y saldrán con sus heces, cerrando así el círculo.
Caracol zombie, loco y ciego
¿Por qué el caracol se desinhibe así, exponiéndose al peligro en contra de su naturaleza?
Una posible explicación, es que al ocupar los tentáculos oculares, el caracol deja de recibir estímulo luminoso. Esto provoca que se expone a zonas iluminadas sin saberlo, ya que su percepción es que está en oscuridad permanente. Sin el miedo de exponerse a la luz, amplía su territorio de búsqueda de alimento.
Además, se ha detectado que, el gusano responde con movimientos pulsátiles a la luz para agudizar la atención de los depredadores, mientras que en oscuridad no realiza estos movimientos. El gusano tiene especial interés en cegar al caracol para que se exponga a la luz y quede a la vista de depredadores.
Por otro lado, también parece controlar el sistema nervioso del caracol. Se sospecha porque el parásito obliga a los caracoles, en contra de su naturaleza, a trepar por los árboles a lugares más altos a vista de pájaro. Es en estos lugares, es donde inicia más acusadamente sus danzas pulsátiles.
Sin embargo, a día de hoy no se ha esclarecido con certeza cómo manipula exactamente su comportamiento. Un equipo de investigación, Wesolowska W. and Wesolowski T, en 2014, realizaron un estudio para valorar las diferencias de comportamiento entre caracoles infectados y caracoles no infectados o control. Valoraron distintos parámetros: receptividad a la luz, altura que alcanzaban trepando y tiempo de actividad, tanto a descubierto como a cubierto. En cuanto a la actividad de los caracoles, no encontraron diferencias significativas, los dos grupos se mostraban bastante activos en movimiento el mismo tiempo. Sin embargo, si observaron que los caracoles infectados estaban a mayor altura (1/3 más, de media) y más tiempo expuestos a la luz, frente a los caracoles control que se movían más en la sombra y lugares bajos. Podría deberse sólo a la menor percepción de luz o ceguera del caracol, pero el hecho de trepar a lugares altos, parece indicar que hay una manipulación, más allá, de su comportamiento.
*Este estudio fue publicado en la revista Journal of Zoology