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“No voy a hablar con vos”: la picante reacción de Roberto García Moritán tras ser abordado por un notero
El economista se molestó con Alejandro Castelo, cronista del ciclo de Ángel de Brito, al abordarlo. El tenso momento.
LAM fue a buscar la palabra de Roberto García Moritán, en medio del escándalo que se desató tras su separación de Pampita, y el exfuncionario se molestó por las preguntas de Alejandro Castelo, el cronista del ciclo. El momento se dio cuando el economista se subía a un auto y las preguntas del periodista lo hicieron expresar su enojo.
“¿Te viste obligado a renunciar?”, preguntó, momento en el que García Moritán intentaba cerrar la puerta del vehículo. “Es importante cuidar a mi familia porque se están zarpando ustedes”, terminó diciendo, con gesto duro mientras le insistía al notero que se aparte para poder irse. “¿Me hacés lugar, por favor?”, lanzó.
“¿Cómo sigue tu carrera como funcionario?”, continuó el cronista del programa de América. “¿Te corrés, por favor?”, repitió Moritán. “¿Estás enojado conmigo?”, le consultó Castelo. “No tengo nada que decir. Dale, por favor”, dijo, mientras el periodista le preguntaba por otras polémicas que hubo a partir del anuncio de su ruptura sentimental.
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“Tu mamá salió a hablar y dijo que la tiene grabada a Caro por un desencuentro que tuvo por todo lo que está aconteciendo”, le consultó, sobre los dichos de la mujer que apareció públicamente para defender a su hijo. “Me dejás cerrar la puerta, por favor. Estoy llegando tarde”, repitió. Sin embargo, una pregunta específica lo hizo descargar su bronca.
“¿Cómo sigue tu carrera política?”, lanzó el notero, provocando una tajante respuesta de Moritán. “Lejos de ustedes, mi amigo”, sentenció, momento en el que el cronista mencionaba si estaban ya con el divorcio y la división de bienes. “Pará. Te voy a ayudar en tu trabajo. No voy a hablar nunca jamás con vos”, se despachó Roberto. “¿Conmigo?”, dijo, mientras que el exmarido de la conductora le lanzó una picantísima frase final. “Es para que no vengas y pierdas el tiempo. Con vos y con algún otro más. Cerrá. Chau, amigo”, terminó, mientras le daba orden a quien conducía el auto para que arranque y se marchaba del lugar.
Al volver al piso, Ángel de Brito prefirió la ironía para referirse tema. “Al final la culpa era de nuestro cronista Alejandro Castelo. Le dijo que nunca más iba a hablar con él, así que capaz si va Feudale...”, exclamó, un día después de compartir en sus redes fotos durante el fin de semana del empresario. Por su parte, Yanina Latorre analizó las imágenes. “Le cambió el rictus de la cara cuando lo vio”, comentó.
El conductor de LAM el domingo respondió preguntas de sus seguidores y allí reveló imágenes del economista de la tarde del sábado. “¿En qué anda Moritán?”, le preguntaron, y el periodista respondió con una foto que le tomaron en la calle al empresario, en donde aparece vestido con una chomba celeste cargando un pack de latas de cervezas y una botella de agua saborizada. “Noche de birras”, escribió, junto a la postal.
Por su parte en la cuenta de redes sociales del programa del periodista sumaron otra de las fotos en la que aparece el exfuncionario porteño por la calle con su compra. “Mientras Pampita va a Luján, Moritán va vestido y perfumado, radiante. Silbando feliz y con seis birras y una pomelo”, twittearon, junto a la imagen en la que aparece caminando solo después de comprar unas bebidas.
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También Ángel fue duro al ser consulado sobre qué opinión tiene sobre la mediática separación de la pareja “Que es momento de que dejen de victimizarse y cuenten ellos qué pasó”, arremetió. “¿Qué pensás sobre Moritán?”, fue otra de las preguntas. “Que solo lo defiende la madre”, se despachó, en alusión a la aparición que tuvo Lucila Fernández Llanos, su mamá, esta semana quien prendió el ventilador contra la animadora y aseguró que ella “elige el silencio para destruirlo”.
De Brito se refirió a la polvareda que viene levantando la ruptura. “¿Por qué protege tanto la prensa a Pampita? ¿Le tienen miedo? Casi que está canonizada”, fue otra de las preguntas que recibió. “Porque no les da la cabeza. Nadie es santo”, se despachó.