Noche de brujas de terror en Rosario
Un grupo de jóvenes salió a festejar Halloween por el centro de la ciudad. Patinaban disfrazados cuando se pelearon con un automovilista, que según dijero los corrió armado. Denunciaron que después vivieron una pesadilla en la comisaría segunda. Las imágenes.
Un grupo de jóvenes salió a festejar Halloween o Noche de brujas por el centro de Rosario y discutieron con un automovilista, que según dijero se sacó y los persiguió con un machete por avenida Pellegrini. Denunciaron que después vivieron una pesadilla en la comisaría segunda.
Los chicos invocaron la celebración de la noche del 31 de octubre, popular en Estados Unidos y otros países pero poco extendida en Argentina. En roller y disfrazados, patinaban por la avenida cuando discutieron con el conductor de una Kangoo negra.
La persona se bajó del auto con un machete, los corrió y atacó. Los protagonistas de la pelea terminaron detenidos en la comisaría segunda durante 16 horas y fueron liberados.
“Nos salió a correr y nos insultaba. ‘Los voy a matar’, decía”, contó Matías, uno de los jóvenes, a De 12 a 14 (El Tres).
Según el testimonio de los chicos, cuando el hombre frenó el vehículo sacó el machete y en esa maniobra golpeó a la mujer que estaba con él. “Lo empecé a filmar y le sacaba fotos. Me agarró del cuello, me tiró al piso y me decía: ‘Filmame, filmame’”, narró uno de ellos. También hubo testigos que filmaron distintos momentos de lo ocurrido.
La Policía llegó al lugar del incidente, en Pellegrini y Alem, y se llevó a todos detenidos. Según los jóvenes, los agentes sólo escucharon la versión del hombre del machete y los acusaron de haber golpeado a la mujer.
Allí empezó la segunda parte de una verdadera noche de terror. Fueron demorados 16 horas en la seccional de Paraguay al 1100 y, según denunciaron, no les permitieron hacer una llamada a familiares o abogados.
Dijeron que no les dieron agua en toda la noche pese a pedirlo de forma insistente, que varios de ellos estuvieron descompuestos por el olor y las malas condiciones de detención. “Estaba mareado y con ganas de vomitar”, dijo uno de los jóvenes demorados. Cuando reclamaron, les dieron un balde con agua y perfumina para que limpien ellos el lugar, siempre según su testimonio.
El automovilista también estuvo detenido en la comisaría, en otra celda, y cuando fue liberado “nos filmó y se reía”, añadieron en su relato.
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