Ola polar: cómo calefaccionar la casa y ahorrar energía
Frente a las bajas temperaturas, cinco consejos clave para mantener el calor de los ambientes y gastar menos.
Faltan pocas semanas para que empiece el invierno y el frío ya se empezó a sentir con la actual ola polar. En este contexto, no hay nada mejor que el calor del hogar para atravesar la época de bajas temperaturas del mejor modo posible.
Diez consejos para ahorrar combustible en tiempos de subidas de precios
Históricamente las estufas a gas fueron las que más se utilizaron para calefaccionar los ambientes, pero en las últimas décadas diferentes alternativas, en general vinculadas al uso de electricidad, fueron ganando terreno.
Argentina se aseguró la provisión de energía para el invierno
Entre esos artefactos se destaca el aire acondicionado. Si bien el uso más habitual era refrescar el hogar, ahora también están creciendo fuertemente entre las preferencias de los usuarios para pasar el invierno.
Primero se pasó de los aires solo frío a los aires frío-calor, algo que con los años se convirtió en estándar. Más tarde, y como novedad reciente, aparecieron los equipos con tecnología inverter, que al ahorrar hasta un 40 % de energía, pusieron a los aires acondicionados entre una de las principales opciones para calefaccionar los ambientes.
Al comprar un artefacto eléctrico para calefaccionarse, lo barato puede salir caro a fin de mes y tener un impacto fuerte en el gasto mensual. Entonces es importante pensar a largo plazo. No solo hay que evaluar el costo del aparato, también habrá que tener en cuenta cuánto consume.
Según explicó el doctor en Física experto en energía y docente de la UNSAM, Salvador Gil, en una entrevista publicada por Clarín “si bien un calefactor eléctrico consume menos energía, es cierto que también calienta menos. En cambio, si bien el aire acondicionado frío/calor consume más, también produce más calor, por lo que es, lejos, el más eficiente.
Desde las empresas distribuidoras de energía los aires acondicionados en modo calor suelen ser una opción bastante eficiente para calefaccionar ambientes. Consumen alrededor de 1 kWh si se utilizan a 20º. Sin embargo advirtieron que también hay que tener presente que por cada grado que se sube el termostato, el consumo se incrementa entre 7 y 9%.
¿Qué es un aire acondicionado “inverter” y por qué conviene tanto?
La tecnología “inverter” regula el funcionamiento del compresor de los aires acondicionados, para que lo hagan a una velocidad más constante, lo que se logra por medio del cambio de la frecuencia del ciclo eléctrico.
Es decir que en vez de arrancar y frenar permanentemente para lograr la temperatura deseada, el compresor gira de forma continua, lo que ayuda a mantener el clima en los ambientes.
Según explicó Daniel Sandoval, el gerente de Marketing de la marca YORK para Latinoamérica en Johnson Controls, “llegaron al mercado los minisplits con tecnología Inverter, son mucho más eficientes todavía ya que regulan tanto la velocidad como la potencia del equipo. Son de bajo consumo, permiten ahorrar hasta un 40% de energía, a diferencia de los minisplits convencionales”, destacó.
Existen ciertos tips para optimizar el uso del aire acondicionado y a la vez, conservar el calor de los ambientes. ¿Es conveniente dejar encendido el aire acondicionado todo el día?, ¿hay que aumentar los grados por las noche?, ¿cuál es la temperatura recomendable? A continuación, los consejos:
1. Mirar la etiqueta de eficiencia energética
Al comprar un artefacto eléctrico para calefaccionarse hay que saber que algunos consumen mucho más que otros. Además, dentro de un mismo tipo de artefacto, algunos gastan menos que otros.
Para chequearlo hay que mirar la etiqueta de eficiencia energética, que está pegada a los aparatos y cuenta con una escala de colores. Cuanto mayor es la eficiencia, menor es el consumo. La mayor eficiencia es el color verde, clase A. La menor eficiencia es color rojo, clase G.
2. Cómo hacer un buen uso del artefacto
El experto en energía, Salvador Gil, destacó que “es muy importante hacer un uso racional del artefacto para que no tenga tanto impacto en la factura de luz. No es para ponerlo a cualquier temperatura, sino a la más baja posible, entre 19 y 20 grados. Y también hacerlo por poco tiempo, un rato antes de irse a dormir, quizás al levantarse, pero no tenerlo todo el día encendido”.
Asimismo, Sandoval agregó que es fundamental que la temperatura sea constante, ya que elevarla de golpe solo incrementa el consumo eléctrico y tampoco resulta eficiente para calentar el sitio.
Otra recomendación es dejar programado el termostato. “Si se trabaja fuera de la casa durante buena parte de la jornada y se llega a la tarde-noche, por ejemplo a las 19, lo ideal sería programarlo para que el equipo se prenda a las 18. De esta manera se acondicionará la habitación y no será necesario aumentar/disminuir tanto los grados al principio para compensar la temperatura exterior”.
3. Aislamiento de la vivienda
Mantener las puertas cerradas dentro de los ambientes para que el calor no se escape por los pasillos o habitaciones que no se utilizan, es la medida más simple y económica de ahorrar energía. También es fundamental revisar que las ventanas estén bien cerradas para que el aire no se mezcle con el del exterior”, indicó salvador Gil.
Durante el día, abrir persianas y cortinas para aprovechar la luz y el calor natural que brinda el sol. Durante la noche, cerrarlas y bajar las persianas para proteger las superficies vidriadas del frío.
4. Instalación del equipo
Es otro factor clave, que después impactará en el funcionamiento diario.
Sandoval explicó que, a la hora de instalarlos, se debe contratar a técnicos especialistas certificados. “Son ellos los que conocen la capacidad ideal del equipo que debemos instalar de acuerdo con el ambiente que queremos calefaccionar, de igual manera encontrarán la ubicación ideal para la unidad interior y exterior”.
5. Mantenimiento del equipo
Por último, los expertos destacaron que es esencial para aumentar la vida útil del aire acondicionado y ahorrar energía. Es necesario limpiar los filtros del artefacto cada dos meses y la serpentina exterior una vez al año, antes de que comiencen las temporadas de uso intenso, ya sea por calor o frío.