Operativos en los penales de Marcos Paz, Ezeiza y Rawson: allanan la celda del líder de “Los Monos”
El Servicio Penitenciario Federal está bajo sospecha por las llamadas de “Guille” Cantero con miembros de su banda.
La violencia narco se vive en las calles de Rosario, pero se digita desde las cárceles federales instaladas en la Provincia de Buenos Aires. Los jefes manejan todo por teléfono desde sus celdas y con complicidad de los agentes penitenciarios.
Dicho así, en pocas líneas, suena duro. Pero esta es la realidad con la que se encuentran policías, fiscales y jueces a la hora de investigar el crimen organizado y particularmente a “Los Monos” embarcados en una guerra con propios y ajenos que cada día deja más muertos en Santa Fe.
Para tratar de ponerle el cascabel al gato y a sólo un día del ataque a tiros contra el supermercado del suegro de Lionel Messi, la Procunar ( Procuraduría de Narcocriminalidad) coordinó un megaoperativo contra Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de “Los Monos”, en su lugar de residencia: la celda 2714 del Pabellón 7 del Modulo II del Complejo Penitenciario 2 de Marcos Paz.
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Uniendo dos investigaciones, una a cargo una de la fiscal federal N° 2 de Rosario Paula Moretti y otra en manos de la fiscal federal de Morón Mariela Labozzeta, la Procunar apuntó contra el poder de “Los Monos” intramuros y lo hizo en una serie de siete allanamientos simultáneos que arrancaron este viernes a media mañana. Los operativos fueron ordenados por los jueces federales de Morón, Jorge Rodríguez, y de Rosario, Marcelo Bailaque.
Dado que el propio Servicio Penitenciario Federal (SPF) -que aloja a Cantero y sus laderos- está sospechado de cómplice, los operativos fueron encargados al Departamento de Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la Policía Federal.
En los fundamentos del dictamen fiscal se detalla cómo Cantero, sus socios y segundas líneas de la banda (también presos) tendrían vinculación con al menos tres hechos trascendentes de violencia ocurridos en los últimos meses: los 12 balazos disparados contra una garita del penal de Marcos Paz, el 13 de noviembre de 2022; el homicidio de Lorenzo Altamirano, ocurrido el 2 de febrero de 2023 cerca del ingreso principal al estadio de Newells y finalmente el ataque a una sucursal Nuevo Banco de Santa Fe, el 9 de febrero pasado.
Con acceso privilegiado a dos líneas de teléfono fijas, colocadas sospechosamente frente a su celda, y al menos dos teléfonos celulares, uno de los cuales le fue secuestrado dentro del televisor de su celda, “Guille” Cantero tendría bajo control su organización y también los ajustes de cuentas.
Por eso los fiscales fueron tras él en los allanamientos de esta mañana pero también tras algunos de sus colaboradores.
En total los objetivos fueron siete, seis de los cuales en celdas:
1) Celda 2714 del Pabellón 7 Módulo II de Marcos Paz, ocupada por “Guille” Cantero.
2) Celda 4 del Pabellón D del Módulo VI del Complejo Penitenciario I de Ezeiza, ocupada por Leandro “El Pollo” Vinardi, condenado a 13 años por homicidio, e histórico aliado de Cantero.
3) Celda 11 del Pabellón B del Módulo VI del Complejo Penitenciario I de Ezeiza, ocupada por Damian “Guampa” Escobar. Calificado como un peso pesado de “Los Monos” está preso desde 2013 condenado por homicidio.
4) Celda del Pabellón 5 de la Unidad Penitenciario Federal de Rawson ocupada por Rodolfo Ezequiel Masini, alias “Eli”. Los investigadores sospechan que su interna con “El Pollo” Vinardi sería el origen del recrudecimiento de los homicidios en Rosario.
5) Celda de Leandro “El Gordo” Vilches en el penal de Rawson. Se lo ha llegado a señalar como mano derecha de “Guille” Cantero y en la interna de la banda estaría alineado con Masini.
6) Celda de Pablo Nicolás Camino en el penal de Rawson. Condenado a 24 años por dos homicidios, se lo señala como jefe de una de las células narco que responde a “Guille” Cantero.
En los operativos se buscaron elementos electrónicos de comunicación como celulares o computadoras tanto en las celdas como en la requisa personal de los narcos. También se ordenó al SPF que entregue las filmaciones de los sectores cercanos a las celdas allanadas tomadas dentro de las 24 horas anteriores al operativo.
Este último punto tiene directa relación con el séptimo allanamiento y las serias sospechas que hay sobre agentes penitenciarios.
Complicidad de guardiacárceles con los narcos
Los allanamientos sobre las celdas de la cúpula de “Los Monos” fueron pedidas por la fiscal Labozzeta y el jefe de la Procunar, Diego Iglesias. Pero el trabajo de pinzas se hizo con otra investigación abierta en Rosario, a cargo de Paula Moretti.
En esta causa se apunta directamente al SPF y a su supuesta complicidad con Cantero a la hora de permitir que éste se comunique con su gente y maneje su organización desde la cárcel de Marcos Paz.
Por eso en los allanamientos de este viernes también se incluyó uno a las oficinas administrativas de ese penal, principalmente, para buscar documentación y registros de varios episodios extraños.
Para empezar, según el planteo fiscal, el SPF incumplió con su tarea de reportar mensualmente al Tribunal Oral Federal N° 3 de Rosario (que tiene la ejecución de pena de “Guille”) los registros de comunicaciones de Cantero. En otras palabras, no informó a qué números llama.
Al hecho de que en marzo de 2022 se le secuestraron a Cantero dos celulares, se suma el episodio nunca explicado completamente de por qué el 19 de mayo de 2019 se instaló un teléfono de línea justo frente a su celda. Es más, se determinó que el 3 de diciembre de 2020 se puso otro muy cerca, frente a la celda 2712 ocupada por otro narco pesado: Néstor Fabián “El Negro” Rojas.
Nada parece detener a “Guille” Cantero. Cuando estuvo preso en el penal santafesino de Piñero lo tuvieron que mudar luego de tiroteos cerca del perímetro de la cárcel y la detección de drones que sobrevolaban el lugar.
Fue a parar a Chaco. Pero de la Unidad Penitenciaria Federal de Resistencia lo sacaron en 2018 ante el peligro de fuga y luego de comprobar que había subido una foto a Facebook sacada con un teléfono celular que tenía en su poder.
Termino en el Complejo Penitenciario I de Ezeiza. Sin embargo al rato nomás ya se movía como en su casa. Tras el hallazgo de tres celulares que manejaba a su antojo, en 2019 se lo mandó a Marcos Paz bajo, supuestamente, un régimen estricto de seguridad.
Los allanamientos de este viernes muestran nuevamente el poder que manejan los jefes narcos, a los que ningún muro parece poder detener.