¿Ovnis o globos chinos?: el mundo del espionaje por parte de las grandes potencias
Beijing acusó a Washington de enviar más de 10 objetos voladores sobre su espacio aéreo en 2022. La Casa Blanca negó la versión y descartó la pista alienígena. Escala la tensión.
Estados Unidos derribó un globo chino y tres objetos voladores no identificados sobre su espacio aéreo y el de Canadá en solo ocho días. Se trata de algo inédito en tiempos de paz.
La crisis incluye muchas dudas y se inserta en una difícil relación entre Washington y Beijing que repercute y mucho en la campaña con vistas a las elecciones presidenciales de 2024, en las que Joe Biden aspira buscar su reelección.
“El tema China va a estar en la agenda de campaña y los dos partidos (Demócrata y Republicano) buscan mostrarse duros” ante el electorado, dijo el director del Comité de Asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y director del posgrado sobre China de la Universidad Católica Argentina (UCA), Jorge Malena.
Estados Unidos derribó otro objeto que sobrevolaba el lago Hurón
Cuál es el verdadero origen de la crisis de los globos de vigilancia
En el mundo del espionaje es conocido el uso de globos de vigilancia por parte de las grandes potencias. No es algo nuevo y menos un novedoso invento del ejército de Beijing.
Washington solo reconoció como chino al primer globo. Sobre los otros tres no aportó datos de origen ni uso. Después de unas horas de incertidumbre que puso en alerta a los seguidores de Ovnis, la Casa Blanca desechó finalmente que se trate de objetos extraterrestres.
”No hay indicios de alienígenas o de actividad extraterrestre en estos recientes derribos. Quería asegurarme de que el pueblo estadounidense lo supiera y es importante que lo digamos desde aquí”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, este lunes.
Las acusaciones cruzadas entre Washington y Beijing agravan la crisis
Washington apunta todas sus sospechas a China. El Pentágono dijo que Beijing lanzó en los últimos tiempos decenas de globos de vigilancia sobre 40 países, incluyendo los Estados Unidos, en los cinco continentes.
Pero Beijing no se quedó callado: acusó a Washington de enviar más de 10 globos sobre su espacio aéreo solo en 2022. ”No es raro que los Estados Unidos entren ilegalmente en el espacio aéreo de otros países”, dijo el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin.
El gobierno de Biden negó la acusación. “No es verdad. No lo hemos hecho. No es para nada cierto”, afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Este nuevo cruce de acusaciones y réplicas agravó la situación. La crisis estalló el 4 de febrero cuando EEUU abatió frente a las costas de Carolina del Sur un globo chino al que atribuyó objetivos de espionaje. Beijing dijo que era solo un globo meteorológico.
Pero en los últimos tres días, la Fuerza Aérea estadounidense derribó a otros tres objetos voladores en su espacio aéreo y el de Canadá.
Sin embargo, no pudo establecer su origen, ni su uso, ni su naturaleza. Las autoridades aseguraron que no presentaba una amenaza militar directa, pero sí un riesgo para el tráfico aéreo civil. Según la prensa local, los últimos “objetos” destruidos volaban a 12.000 metros y tenían el tamaño de un auto pequeño. En contraste, el globo chino tenía el tamaño de tres colectivos.
EEUU: “Todavía tenemos embajada en Beijing”
La crisis amenaza con agravarse, aunque las autoridades estadounidenses dijeron que el diálogo con Beijing fue reabierto después de que China se negó a atender una llamada desde el Pentágono tras el derribo del primer globo.
Ahora, se restableció el canal de comunicación. ”Todavía tenemos relaciones diplomáticas con China, todavía tenemos embajada ahí. No es como si todas las comunicaciones entre nosotros y el Partido Comunista chino se hubieran cerrado. Tenemos la capacidad de comunicarnos directamente con los líderes chinos”, afirmó Kirby.
Video: el momento que Estados Unidos derribó el globo espía chino
Por qué el Pentágono decidió ahora responder con firmeza
Para Jorge Malena, el uso de este tipo de aparatos de vigilancia es algo habitual entre las potencias. “La diferencia es que ahora Estados Unidos decidió responder con firmeza”, apuntó.
El derribo del globo chino se produjo poco antes de la visita programada a Beijing del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, prevista para el 5 y 6 de febrero, un día después de que estallara la crisis. El viaje fue postergado.
“Lo que puedo inferir es que la visita de Blinken no iba a traer resultados favorables a los intereses de Estados Unidos y por ese motivo se habría acudido a este incidente para posponer la visita y evitar que fuera y regresara con las manos vacías”, indicó el analista.
Malena dijo que esta situación no se termina acá. “Hoy somos testigos de que no solo Estados Unidos acusa a China de espionaje, sino que China también acusa a Estados Unidos de sobrevolar su espacio aéreo”, afirmó.
La visita de Blinken tenía como objetivo, entre otras cosas, restaurar el diálogo bilateral y hablar sobre Rusia, un aliado estratégico de Beijing. “China no estaba dispuesta a cambiar su alianza con Rusia y entonces el secretario de Estado iba a volver a Washington con las manos vacías”, dijo Malena.
“Y esto podría ser visto como un fracaso en Estados Unidos en un año en que comienza la campaña electoral”, advirtió.