Peligra la continuidad de usinas móviles en la región
Se trata de los generadores que fueron contratados para reforzar la generación y atender los picos de demanda de potencia eléctrica en Rafaela y Ceres, entre otros lugares del país. En Rafaela trabajan doce personas en la atención de planta, ubicada en calle Santos Dumont. No renuevan contratos y ahora la EPE deberá decidir si esos equipos hacen falta o no.
El Gobierno Nacional dispuso no renovar los contratos por el servicio de Generación de Energía Eléctrica Distribuida (GEED) y los de Unidades de Generación de Energía Eléctrica Móviles, los cuales vencerán el 31 de diciembre próximo. La medida alcanza también a los contratos que regulan el funcionamiento de las usinas móviles instaladas por la empresa Secco en Rafaela y Ceres. La propuesta del Gobierno Nacional es que si esas usinas son indispensables para garantizar el servicio eléctrico, sea la EPE la que se haga cargo de la contratación y sus consiguientes costos. Por eso hay un proceso de negociaciones abierto, cuyos resultados son inciertos. De todas maneras, las fuentes consultadas –ninguna de las cuales quiso expresar opiniones definitivas y por eso no se citan en esta nota- expresaron su confianza en que pueda acordarse la continuidad de las operaciones de las plantas.
En Rafaela, Secco puso en marcha en enero de 2009, por mandato de Enarsa – empresa estatal que en esos días había creado la expresidente Cristina Kirchner durante su primer mandato- una usina móvil cuyo objetivo fue la generación de energía para el control de tensiones de corredores radiales. En términos menos técnicos y más comprensibles para los usuarios, se trataba de una usina que entraba en funcionamiento en momentos de picos de demanda de potencia, sobre todo en los meses de verano, de modo de garantizar un servicio continuado y con la menor cantidad de interrupciones posibles en los corredores eléctricos que abastece.
En Rafaela, en el momento de habilitarse la usina móvil, que funciona con 16 motores alimentados con combustibles líquidos y por ello tiene un alto costo de mantenimiento-, se destacó especialmente la importancia que tenía para garantizar la provisión de energía al área industrial, dado que en determinadas épocas del año se registraban picos de potencia que exponían al sistema a la posibilidad de cortes en el suministro.
Las usinas -tanto la de Rafaela como la de Ceres, así como las que se instalaron en otros puntos del país- también resultaron claves cuando se registraba alguna falla grave en las líneas de alta tensión que forman parte del sistema interconectado. Recientemente, cuando se produjo el accidente aéreo en Tacural que provocó el derribo de la línea de 132 Kv, Secco suministró energía desde la usina de Ceres a esa ciudad, Hersilia, La Rubia, Ambrosetti, Arrufó y V. Trinidad. La usina de Secco en Rafaela tiene una potencia de 19 Megavatios, equivalente a casi el 50% de la energía promedio que se consume en Rafaela. Está instalada en un predio adyacente a la Estación Transformadora Oeste, cerca del Cementerio Municipal, y en su momento la inversión ejecutada fue del orden de los 15 millones de pesos.
La comunicación oficial
Originalmente, estaba previsto que el sistema funcionara hasta 2014, cuando entraran en servicio las centrales térmicas que en 2009 estaban en pleno proceso de construcción. Pero en 2015 se sancionó el decreto Nº 134/2015, que determinó la finalización de la vigencia de la emergencia del sector eléctrico nacional, fijando como fecha el 31 de diciembre de 2017.
La disposición del Gobierno Nacional respecto a las usinas del tipo de las que funcionan en Rafaela y Ceres establece que, en el caso de las Usinas Generadoras de Energía Eléctrica Móviles “no se renovarán sus contratos con CAMMESA (es la proveedora mayorista de energía que abastece a las distribuidoras de las provincias, como es el caso de la EPE, que no es una empresa generadora de energía, sino que la distribuye). Por consiguiente, a partir del 1 de enero del año 2018, en el caso de que algún agente demandante del Mercado Eléctrico Mayorista (la EPE, por ejemplo) requiriera disponer del respaldo de estas unidades para la atención de la demanda a su cargo, podrá realizar los acuerdos que entienda convenientes para ello, pudiendo CAMMESA, en caso de instalarse y vincularse en un determinado nodo físico, reconocer a dicho agente la disponibilidad de potencia y costos de la energía producida por dichas unidades, con los precios establecidos…”.
Alerta roja en Ceres
La posibilidad de que Secco no continúe operando la planta de Ceres, que tiene una capacidad de generación de energía de 18 megavatios, apenas un megavatio menos que la de Rafaela, generó alarma en las instituciones de la ciudad. Como sucede con todo el noroeste de la Provincia, Ceres y su zona de influencia dependen de una única línea de 13,2 Kv, que las abastece desde Rafaela, siguiendo la traza de la RN 34 y extendiéndose a otras ciudades como San Cristóbal y Tostado.
Cuando se registran fenómenos meteorológicos severos, las interrupciones en esa línea son frecuentes. Se recuerda que en algunos casos el derribo de la línea principal en algunos tramos por efecto de vientos huracanados obligó a cortes que dejaron sin electricidad a todas las localidades de San Cristóbal y 9 de Julio durante más de 12 horas, con las consiguientes pérdidas económicas para comerciantes e industriales de la región, el malhumor social y otros efectos negativos.
Pero también preocupa la continuidad de los puestos laborales de 14 personas que trabajan en la planta de Ceres, una ciudad donde no abundan las alternativas para conseguir trabajo. Por eso ayer hubo una conferencia de prensa en la que Emanuel Zambrini, representante de los trabajadores, se refirió a la inquietud que ronda por estas horas en la ciudad.
La EPE podría hacerse cargo, pero no se sabe. Absatecemos desde Palo Negro hasta Ambrossetti. La gente está un poco equivocada respecto a nuestra función. Nosotros no entramos en servicio cuando se corta la energía, sino que reforzamos el servicio eléctrico cada vez que hace falta por demanda de potencia.
En verano es donde más se nos requiere. Sin ir más lejos, la semana pasada, en los primeros días en que se hizo sentir el calor, ya generamos energía. Poco, pero generamos. Vemos que hay mucha preocupación en los usuarios porque todos quieren que Secco continúe. Ahora estamos muy preocupados por la incertidumbre”, advirtió Zambrini.
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