Piratas informáticos atacan webs de la junta en Myanmar
Piratas informáticos atacaron las páginas web gubernamentales gestionadas por la junta militar en Myanmar, que continuó hoy emitiendo órdenes de arresto contra personalidades y funcionarios que incitaron a las movilizaciones contra el golpe de Estado.
Un grupo, que se presenta como los “Hackers de Birmania”, atacó varías páginas web gubernamentales, entre ellas la del Banco Central, la de propaganda del Ejército birmano, la cadena de televisión pública MRTV, la autoridad portuaria y la de la agencia de seguridad alimentaria y de salud.
Este hackeo se produce un día después de que una nueva marcha -una de las más grandes desde el golpe del 1 de febrero- reuniera a decenas de miles para protestar contra la junta militar que depuso al Gobierno civil de Aung San Suu Kyi.
“Luchamos por la justicia en Myanmar”, declaró el grupo de piratas informáticos en su cuenta de Facebook, donde compararon su acto con “una gran manifestación ante las páginas web del Gobierno”, según informaron.
Myanmar: la junta militar sumó otra acusación contra Suu Kyi
En Yangón, la ciudad más grande Myanmar (antigua Birmania), los automovilistas bloquearon el tráfico por segundo día consecutivo, en un intento de impedir el despliegue de las fuerzas de seguridad.
Micros y automóviles estaban detenidos en torno a un puente del distrito de Dagon Norte, según imágenes retransmitidas en directo, mientras los manifestantes clamaban: “¡No vayan a la oficina, únanse al movimiento de desobediencia civil!”.
En la localidad de Mandalay, en tanto, la policía y el ejército dispersaron a los manifestantes que bloqueaban el tráfico ferroviario, según testigos.
Un miembro de los servicios de emergencia explicó que las fuerzas de seguridad abrieron fuego, pero no pudo precisar si se trataba de balas de goma o munición real.
Cuatro conductores de tren fueron detenidos a punta de pistola en la ciudad, según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP), con sede en Yangón, que denunció más de 500 arrestos desde el golpe militar del 1 de febrero.
En la madrugada once empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores fueron detenidos por participar en el movimiento de protesta.
Un agente de policía que no quiso identificarse explicó que al menos 50 funcionarios habían sido detenidos en los últimos cuatro días, mientras el canal de televisión estatal MRTV también anunció órdenes de arresto contra varios actores, cineastas y un cantante, acusados de utilizar su popularidad al servicio del movimiento de protesta.
Anoche en el país se impuso un bloqueo en internet que redujo el tráfico a un 21% de su nivel habitual, según el observatorio NetBlocks, un grupo que registra las restricciones en la red y tiene sede en el Reino Unido.
El miedo a las represalias está presente en el ánimo de los habitantes de este país que vivió cerca de 50 años bajo la férula militar desde su independencia en 1948.
Pese a ello, los llamados a la desobediencia civil prosiguen: médicos, profesores, controladores aéreos, trabajadores ferroviarios están en huelga contra el golpe.
En Naipyidó, la capital administrativa, la Nobel de la Paz Suu Kyi, de 75 años, está bajo arresto domiciliario, procesada por infringir una norma comercial al importar “ilegalmente” walkie-talkies, y se enfrenta a una nueva acusación por violar “la ley sobre la gestión de desastres naturales”, según su abogado, que aún no ha podido contactar con ella.
La audiencia está prevista para el 1 de marzo.
Los generales hacen oídos sordos a las condenas internacionales y las sanciones anunciadas por Washington.
Cuentan con dos apoyos importantes en la ONU: China y Rusia, para quienes la crisis actual constituye “un asunto interno” de Myanmar.