Este martes el juez Pablo Busaniche prorrogó la prisión preventiva a un hombre acusado de haber asesinado a un vecino, e intentado matar a otro, luego de que asaltaran a su hija. El hecho ocurrió en mayo de 2021, por lo que el magistrado instó a que se fije fecha para el juicio a la brevedad.

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Ramón Abel Moreyra, de 41 años, lleva casi dos años privado de su libertad. El fiscal Andrés Marchi lo acusó como autor de “homicidio calificado por el empleo de arma de fuego” y “tentativa de homicidio calificado” en perjuicio de Sebastián Alejandro Machado y su hermano. Pretende lograr una condena a 25 años de prisión.

 

A pocos días de que se venciera la prisión preventiva en la que se encuentra Moreyra, el funcionario del MPA solicitó la prórroga de la cautelar, alegando que los riesgos de fuga y entorpecimiento probatorio continúan vigentes. Si bien el abogado defensor Raúl Sartori se opuso al pedido, planteando que la causa tuvo dilaciones innecesarias, el magistrado ordenó que el acusado continúe tras las rejas hasta el juicio.

 

Con un machete

Según se detalla en la acusación fiscal, la noche del 29 de mayo de 2021, alrededor de las 22.30, Moreyra se presentó en la vivienda de sus vecinos, en inmediaciones de calle Risso al 3500 de la ciudad de Santa Fe. Tocó la puerta, y tras ser atendido, sin mediar palabras, realizó tres disparos.

 

Uno de estos impactó en Sebastián Machado, más precisamente en la zona inguinal. Su hermano, que estaba junto a él, logró esquivar los disparos y salvar su vida. El herido falleció horas más tarde, debido a la gran pérdida de sangre.

 

El sobreviviente declaró que luego de dispararles, Moreyra se fue caminando, con el arma en la mano, advirtiéndoles que se tendrían que ir del barrio. Además, dijo que previo al ataque, el asesino había insultado a su hermano, y tras discutir en la esquina, se habían “ido a las manos”.

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Sin embargo, familiares del acusado declararon que el altercado previo al homicidio no fue tal cual lo relató el hermano de la víctima fatal. La hija de Moreyra dijo que caminaba por el barrio cuando fue interceptada por los hermanos Machado. Sebastián tenía un machete en la mano, y la amenazó con la intención de robarle el teléfono, pero como ella no lo llevaba consigo, le dio algo de dinero.

 

Un vecino del barrio declaró que tras presenciar el asalto, fue a buscar a Moreyra para avisarle de lo ocurrido.

 

La fiscalía consideró que el robo ya había sido perpetrado, y la agresión había finalizado, por lo que el accionar del acusado no consistió en una defensa sino en un el ataque. Por esto, lo llevará a juicio y solicitará que sea condenado a 25 años de prisión.