Preocupación: todas las camas críticas del Hospital Iturraspe están ocupadas
Así lo confirmó el director del nosocomio, Francisco Villano, quien calificó al momento como “muy complicado”.
En diálogo el Director del Hospital Iturraspe, Dr. Francisco Villano, confirmó que “en estos momentos estamos con una situación muy complicada. Las 34 camas de terapia intensiva hoy están todas ocupadas con pacientes Covid. Además, en el sector de las áreas clínicas hay 21 pacientes más”.
“También habilitamos un sector en clínica con respiradores, que si bien no es lo más adecuado, es lo que tenemos y es la última instancia para poder darle atención a la gente que sigue llegando, porque eso no cesó en ningún momento y tenemos que darles respuestas. Y ya tenemos dos pacientes en el área de internación clínica con respiradores y monitores, pero en un estado crítico también”, agregó.
Villano aseguró que “son cuadros muy difíciles de poder ir manejando, porque no se da abasto y el hospital está a un límite que es peligroso. Es la primera vez que tenemos esta cantidad de camas ocupadas. En la primera ola que tuvimos, logramos sostener con 30 camas la internación, y no fue necesario habilitar otras áreas para los pacientes Covid que requieren la ayuda de respirador”.
Otro de los detalles alarmantes que dio el director del Iturraspe, es que ahora “estamos viendo que son pacientes mucho más jóvenes que en la primera ola, donde teníamos un promedio de 65-70 años. Hoy el promedio de edad de los pacientes que se encuentran internados en terapia intensiva oscila entre los 51 y 55 años. De hecho, ya tuvimos pacientes de 28, 30, 35 años, tres chicas embarazadas de unos 27 años en este último mes que también estuvieron en terapia. Esta situación es muy preocupante además porque el paciente joven muchas veces tiene un tiempo mucho más prolongado de internación. De esto se desprende que en la actualidad, el 95% de las personas internadas no fueron vacunadas aún”.
Una nueva consulta fue saber qué ocurre en caso que llegara un paciente más. “Es difícil la derivación a otro centro de salud. Por un lado porque el resto de los hospitales que reciben Covid, como el Cullen y el Viejo Hospital Iturraspe, están en las mismas condiciones que nosotros. Es decir que están habilitando camas como para poder internar más pacientes. Hoy tenemos cuatro respiradores libres para esas situaciones límites y de emergencia, porque el área clínica de internación, a pesar de tener los respiradores, monitores y camas, no es una terapia intensiva, que requiere tener un puesto de vigilancia para que los pacientes estén con un control permanente, un monitoreo. Estas simplemente son habitaciones a las cuales les ponemos respiradores”.
“Tampoco tenemos el recurso humano capacitado lo suficiente como para atender una terapia intensiva -continuó Villano-. El personal médico es escaso y limitado. Por eso hacemos estrategias para que el médico clínico junto con el asesoramiento de un terapista, pueda manejar estos pacientes. Y dentro de los pacientes que se están moviendo en el área crítica, llevar los menos complejos al sector de clínicas. Estamos en un permanente intercambio de pacientes. Y esto lleva un desgaste constante del recurso humano que es el que se pone al hombro un trabajo tan difícil, en el cual pone en riesgo su propia vida”.
Según la opinión del director del nosocomio ubicado en la zona norte de la ciudad, “la atención del paciente Covid no es solo poner 10 o 20 camas extras, más monitores, respiradores y bombas de infusión de drogas. Sino que es mucho más complejo: es tener personal capacitado para el manejo de esa complejidad. Camas hay, pero poner respiradores sin que nadie sepa cómo manejarlo, no es la solución. Hoy tenemos aproximadamente un 60% de mortalidad del paciente que está intubado bajo un respirador. Si sumamos más camas y respiradores con personal que no está capacitado, este 60% podría subir al 80%. Sumar camas sería una cuestión cosmética”.
Sobre el final del contacto con C&D Noticias, Villano volvió a destacar la tarea de los trabajadores del Iturraspe. “Es un estrés y un agotamiento permanente, pero el esfuerzo del personal es loable, y cada día su trabajo tiene mucho más valor. El reconocimiento a ellos tiene que ser eterno, por todo lo que están poniendo, su vida, su trabajo y su profesionalidad al servicio de esta pandemia que está matando mucha gente, dentro de las cuales tenemos colegas médicos y enfermeros”.