Presidente de Honduras niega ser amigo de narcos
Juan Orlando Hernández aseguró que son “calumnias” las acusaciones de fiscales federales de Estados Unidos con base en testimonios de capos de la droga.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, rechazó el lunes tener vínculos con narcotraficantes y consideró “calumnias” las acusaciones que le hacen fiscales federales en Estados Unidos, con base en testimonios de capos de la droga.
“Esas calumnias que estoy recibiendo, calumnias basadas en testimonios de estos narcotraficantes, a los que hemos capturado, y otros que se han entregado (…), tienen únicamente el fin de venganza”, aseveró el gobernante en un discurso en el Congreso.
Según Hernández, dos docenas de líderes de los carteles de drogas han sido extraditados por su gobierno a Estados Unidos y otros se han entregado.
“No he sido, no soy, ni seré amigo de ninguno de estos delincuentes, y continuaré mi lucha hasta el último día de mi gobierno, cueste lo que cueste”, sentenció en la inauguración de la cuarta y última legislatura de su segundo período de gobierno 2018-2022.
El mandatario atribuyó las acusaciones en su contra a “historias tan ingenuas, ridículas”. “Es sorprendente que algunas personas puedan avalar este tipo de historias fantasiosas, con guiones ingenuos y absurdos”. añadió en referencia a los testimonios presentados en la corte de Nueva York.
Antecedentes judiciales
Sin mencionarlo por su nombre sino con el código CC-4, Hernández fue ligado a carteles hondureños y mexicanos en un juicio en la corte del Distrito Sur de Nueva York, que encontró culpable como narcotraficante “a gran escala” a su hermano Juan Antonio ‘Tony’ Hernández, en octubre del 2019.
Según medios locales, el pasado 8 de enero fiscales de Nueva York señalaron en nuevos documentos que Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, un capo hondureño capturado el 1 de marzo en Miami, aceptó haber dado sobornos al gobernante hondureño a cambio de protección, en 2013.
En ese tiempo el mandatario era presidente del Congreso y el dinero lo necesitaba presuntamente para su campaña a la Presidencia.
Según esos documentos, Hernández había dicho que quería que la agencia de Estados Unidos contra las drogas DEA pensara que él combatía el narcotráfico pero que “metería drogas delante de las narices de los gringos”, a través de un laboratorio.