Prevén producción récord de maíz y una cosecha total de 120,8 millones de toneladas
El titular de la BCBA, José Martins, resaltó por su parte la necesidad de “políticas para una mayor generación de divisas y de empleos”, ya que “el potencial está”.
Por lo pronto, la entidad estimó que el producto bruto agrícola en la campaña 2020-21 rondará los US$ 31.100 millones, un nivel apenas 0,2% inferior al del ciclo 2019-20 (en parte por una superficie sembrada 1,2% inferior), mientras las exportaciones agroindustriales caerían 3%.
Según las estimaciones presentadas por la bolsa porteña durante la videoconferencia, las producciones previstas serán de 47 millones de toneladas para el maíz (con 6,3 millones de hectáreas sembradas); y 46,5 millones para la soja (17,2 millones).
También se esperan producciones de 17,5 millones de toneladas de trigo; 3,7 millones de cebada; 3,1 millones de girasol y 3 millones de toneladas de sorgo.
Basterra reconoció, en este marco, que “está en proceso una difícil campaña de trigo, con una expectativa muy importante de siembra, pero lamentablemente la seca está haciendo disminuir día a día lo que era la perspectiva que teníamos tres meses atrás”.
El ministro confió, sin embargo, en que la cosecha gruesa (soja, maíz, girasol y sorgo) “se lleve adelante con éxito, que las condiciones climáticas acompañen y que podamos tener un muy buen año productivo”.
Por lo pronto, sostuvo Basterra, “los complejos de la metalmecánica agropecuaria están trabajando intensamente, con varios meses por delante para satisfacer los pedidos”.
A la vez, resaltó, los insumos, “aún con las tremendas dificultades del país en materia de restricción externa, ya están disponibles, y esto nos anticipa una campaña sin restricciones de accesibilidad”.
Basterra reconoció la situación “compleja, ante la pandemia que se prolonga”, pero dijo confiar en que “el flujo de bienes y personas se agilice, y se puedan resolver los problemas de circulación para cumplir los compromisos internos y externos”.
En cuanto a las condiciones meteorológicas esperadas para la campaña gruesa, el asesor en Agroclimatología de la BCBA, Eduardo Sierra, anticipó que el fenómeno La Niña “tradicionalmente asociado a grandes sequías, como las de 1988-89, 2008-09, 2010-11 y 2011-12, no sería en esta oportunidad uno de los episodios más típicos y peligrosos”.
“Hay un 75% de probabilidad de Niña débil y una campaña perturbada pero atravesable, con resultados mayormente buenos; se esperan lluvias de primavera y verano como en el ciclo pasado, lo que permitiría una cosecha tan buena como la de 2019-20”, evaluó Sierra.
Agustín Tejeda, jefe de Estudios Económicos de la BCBA, señaló a su vez que los precios ya están en los niveles previos al impacto de los “tres cisnes negros: la guerra comercial Washington-Beijing, la peste africana en China y la pandemia de coronavirus”.
El economista jefe de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), Máximo Torero, destacó por su parte el buen nivel de producción mundial, pero alertó sobre problemas que la Argentina debe resolver en materia logística.
“El país debe solucionar rápidamente el problema de cambio de tripulaciones en naves de movimiento de alimentos por mar, al igual que otros países del área como Colombia y Perú, ya que debido a la pandemia es necesario ese reemplazo en plazos máximos de seis a nueve meses”, concluyó Torero.