Procesaron a una banda que realizaba ciberestafas
El juez de instrucción Manuel De Campos procesó con prisión preventiva a una organización que desde 2018 operaba en Argentina haciendo estafas virtuales a partir de las cuales se hicieron de cientos de millones de pesos.
Además de los procesamientos, el juez impuso embargos que alcanzan hasta los 30 millones de pesos.
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La causa se inició en 2019 y por orden del juez de instrucción De Campos la Policía Federal detuvo a 15 personas inicialmente, luego de 23 allanamientos, donde hay un nigeriano, seis argentinos, 7 venezolanos y un colombiano. Luego fueron detenidas otras personas, pero aún permanecen otras prófugas.
A través de las estafas se hicieron de varios millones de pesos que luego enviaban a Nigeria, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Indonesia, Colombia, Venezuela, España, y otros países, y se sospecha que eran fuente de financiamiento del terrorismo, narcotráfico y tráfico de armas.
Las modalidades de estafa eran varias. Una es la del “cuento del tío” o “soldado americano”, donde a través de redes sociales se una persona diciendo ser soldado americano en una misión entablaba una relación virtual sentimental con alguien, y luego de un tiempo prometía viajar a Argentina.
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Cuando se aproximaba la fecha, le decía a su víctima que le había enviado un regalo y cosas personales para que las reciba, y ahí intervenía una tercera persona haciéndose pasar por personal diplomático donde le exigía una suma de dinero a través de transferencia bancaria para liberar eso de Aduana.
Otra de las estafas que hacían era hacerse de la clave homebanking de la víctima, y de allí solicitar un crédito personal on line, que una vez obtenido lo transferían a distintas cuentas. También extorsionaban a una víctima luego de obtener e esta información personal y hasta fotografías.
El puntapié del caso fue la detención de una mujer de nacionalidad colombiana que recibió en una de sus cuentas el dinero producto de una estafa. El juez autorizó analizar los teléfonos y computadoras secuestrados, y desde entonces fue creciendo la participación de distintas personas. Incluso, la organización utiliza “mulas” que son aquellas persona que prestan sus cuentas para recibir el dinero en todo el mundo y que están bajo las órdenes de un coordinador, que a su vez responden a otros jefes internacionales.
La banda fue procesada por asociación ilícita, estafas, y extorsión. “Contaba con una estructura de grandes dimensiones a partir de la gran cantidad de miembros que la conformaban -aquellos que lograron ser identificados y una gran cantidad que todavía no pudieron ser individualizados-, de corte piramidal, que por eso mismo tendía a ampliarse hacia abajo, debido a que en esos escalones inferiores se incorporaba la mayor cantidad de integrantes posible, a los cuales se reclutaba constantemente -actividad, incentivada por el ofrecimiento de comisiones a descontar sobre el resultado de la propia actividad criminal”, sostuvo el juez en su resolución.
“Por la técnica de reclutamiento con un referente de estratos superiores y por la forma de canalizar el flujo del dinero -rédito económico de la actividad delincuencial empleada se puede apuntar que se terminaban generando grupos o subgrupos dentro de la propia estructura”, concluyó.