Proponen bajar la velocidad vehicular e incentivar el uso de la bicicleta
El proyecto de ordenanza presentado por Emilio Jatón plantea reducir la velocidad a 30 km por hora en ese sector de la capital provincial. Contempla duplicar los espacios para bicicletas y una nueva ciclovía. Disminuir los siniestros viales e incentivar la movilidad sustentable, como ejes de la iniciativa.
Disminuir los siniestros viales. “Calmar” las bocinas, las frenadas intempestivas, las altas velocidades. Repensar las formas de movernos por la ciudad. Lograr que las zonas de mayor embotellamiento vehicular se conviertan en espacios para que los peatones puedan convivir junto a los ciclistas y los conductores de vehículos con motor. Que el Estado promueva políticas de planificación relacionadas con la movilidad sustentable. Cada una de esas variables se engloban en un proyecto de ordenanza -que el Ejecutivo Municipal envió al Concejo- y tiene como objetivo convertir el casco céntrico de la ciudad en una “zona calma”.
Javier Mendiondo, secretario de Desarrollo Urbano de la Municipalidad, destacó la necesidad de que la capital santafesina “avance con pasos firmes hacia un nuevo paradigma de movilidad urbana que brinde a la ciudadanía alternativas que preservan el bienestar ecológico, social y de tránsito”.
En esa línea, el funcionario resaltó que “todos estos cambios tienen que ser en el marco de un gran acuerdo ciudadano que venimos desarrollando y que se llama Pacto de la Movilidad”.
“Se trata de una nueva forma de movernos por la ciudad de acá al futuro”, indicó Mendiondo y añadió que ese modo nuevo de andar “tenga que ver con una manera más sustentable y humana de acceder a los distintos rincones de nuestra ciudad”.
El proyecto de ordenanza incluye una serie de aspectos que van desde la modificación de las velocidades máximas permitidas, hasta ampliar las dársenas de estacionamiento para bicicletas y la creación de una nueva ciclovía, entre otras acciones “que tienen el objeto de promover la movilidad segura y saludable, fomentando el uso de medios sustentables, tales como las bicicletas y la circulación peatonal”, argumenta el texto enviado al Concejo.
El proyecto de ordenanza, que lleva la rúbrica del intendente Emilio Jatón, indica que el área de la ciudad donde se concretarán las modificaciones son: entre las calles Urquiza al oeste, Suipacha al norte, General López al sur y Rivadavia (desde Suipacha hasta Mendoza) y 27 de Febrero (desde Mendoza hasta General López) al este. En todo ese sector comprendido entre esas calles -a excepción de las que lo delimitan-, la velocidad máxima permitida será de 30 km por hora. Cabe señalar, que en esa zona, actualmente se puede circular hasta 40 Km por hora.
El proyecto expresa que la reducción de velocidad en la zona céntrica permitirá “un ambiente más saludable, donde la contaminación sonora del tráfico en las calles se verá considerablemente reducida, mejorando la calidad del aire y disminuyendo la probabilidad de siniestros de tránsito, favoreciendo la peatonalidad y el uso de medios de movilidad sustentables como la bicicleta”.
Foto: El Litoral / Municipalidad
El Manual de Seguridad Vial “Control de la Velocidad” de la Organización Mundial de la Salud indica que la rapidez a la que circulan los vehículos es uno de los principales factores de riesgo que determina la gravedad o fatalidad de las lesiones. En ese sentido, frente a un impacto a 30 km/h, el 90% de los usuarios vulnerables de la vía pública sobrevive. Ese hecho sumado a los índices de siniestralidad en la ciudad de Santa Fe y la Tasa de Fatalidad registrada por hechos viales, “son causas suficientes que forjan la necesidad de intervenir y modificar la realidad de transitabilidad de la Ciudad Capital”, señala el proyecto de Ordenanza.
Para incentivar el uso de medios de transporte más saludables y sustentables, como la bicicleta, es necesario garantizar que esos vehículos puedan acceder a espacios seguros para su estacionamiento. En tal sentido, la futura norma contempla que las playas de estacionamientos habilitadas en el centro de la ciudad amplíen significativamente el espacio para bicis y motos.
Actualmente, las motos y las bicicletas comparten un 10 por ciento del espacio habilitado en una cochera. En tanto, el proyecto establece que, sólo para bicicletas, haya un 10 por ciento de las dársenas disponibles y otro cinco por ciento más -medido en superficie de espacio del estacionamiento- para motovehículos y ciclomotores. Asimismo, se establece que guardar una bicicleta en un estacionamiento durante una jornada laboral cueste, como máximo, lo que equivale a dos boletos de colectivo.
Por otra parte, desde el 1 de enero de 2021, los edificios públicos, sean nacionales, provinciales o municipales, con sede en el área céntrica de la ciudad deberán garantizar la disponibilidad de bicicleteros públicos en espacios cubiertos o semicubiertos, sea en los propios inmuebles o en espacios aledaños tales como playas de estacionamiento o cocheras.
Otra de las medidas propuestas para incentivar el uso de la bicicleta en la capital santafesina es la demarcación de una nueva ciclovía sobre calle Urquiza (desde bulevar Pellegrini al norte hasta J. J. Paso al sur. Dentro de este marco, está previsto para los próximos cuatro años el desarrollo de un plan integral de bicisendas y ciclovías, y -en esta primera etapa- están proyectados 30 kilómetros, que ya comenzaron por tramos de calles Urquiza y Gorriti.
En avenida Urquiza la bicisenda se hará entre bulevar Pellegrini y Juan José Paso, y ya se inició con la demarcación con pintura para avanzar luego con la señalética y los separadores para protección de los ciclistas.
La cuenta parece sencilla: a más cantidad de autos, menos espacio para circular. El casco céntrico de la ciudad cuenta con un trazado de calles que responde al modelo de urbanización colonial del siglo XVI y XVII. Esto implica calzadas que resultan angostas para el tránsito vehicular actual y, por lo tanto, la infraestructura peatonal se reduce. Según indica el Sistema de Datos de Hechos de Tránsito de la Provincia de Santa Fe, sólo entre 2013 y 2018, el distrito capital pasó de tener 189.233 vehículos registrados a 227.489. Es decir que en 5 años, más de 38.200 autos y motos se sumaron a las mismas calles del modelo de urbanización colonial.
Paralelamente, en este sector de la ciudad se presenta la mayor concentración de comercios, entidades financieras, equipamientos públicos y privados de toda índole, además de una alta densidad poblacional. Frente a esos indicadores, la Municipalidad propone un “ordenamiento vehicular y de tránsito en general”.