Protocolo Unicornio, la operación secreta por la muerte de la reina Isabel II
El fallecimiento de la monarca británica, la reina Isabel II, siempre ha sido una preocupación al interior de la Corona del Reino Unido, por lo que los actos a llevarse a cabo en el caso de su muerte se han anticipado mediante protocolos por la Operación London Bridge o, si ocurre fuera del Palacio de Buckingham, la Operación Unicornio, que precede al conjunto de actividades popularmente conocidas.
Isabel II presentó problemas de salud a lo largo de las últimas semanas, que se agudizaron este jueves, mientras permanecía en su residencia de descanso en Escocia, el Castillo de Balmoral, donde realizó el acto oficial del nombramiento de Liz Truss como primera ministra del Reino Unido; sin embargo, horas después comenzaron los reportes de sus médicos por complicaciones en su estado de salud.
Así, la Operación Unicornio tiene como característica principal la muerte fuera de la sede oficial de la Corona Británica, es decir, que los restos mortales de la monarca tendrían que trasladarse por aire o tierra para llevarla al Palacio de Westminster y comenzar con los actos funerarios.
De esta manera, la primera actividad de este protocolo especial y secreto consiste en que los diferentes poderes del gobierno británico sean informados sobre lo sucedido y que cancelen todas sus actividades oficiales. Tanto la primera ministra como los parlamentos de Westminster, el escocés, el Senedd de Gales y la Asamblea de Irlanda del Norte tendrían que ser suspender todos sus actos.
La reina Isabel con el príncipe Carlos y la princesa Ana en el castillo de Balmoral
Después, las distintas cámaras, cada una de forma particular, se tienen que pronunciar sobre el fallecimiento de la reina Isabel II, por lo que se esperaría que esto se diera en forma de comunicados sobre lo ocurrido.
Los preparativos sobre los restos mortales son una de los aspectos característicos de este procedimiento de la Corona británica y del Castillo de Balmoral se llevarían al Palacio de Holyrood en Edimburgo para, después, realizar una misa en la Catedral de Edimburgo, Escocia.
Por vía terrestre o aérea, en tren o avión, el cuerpo se trasladaría rumbo a Londres. De llevarse a cabo en el Tren Real, los miembros de su familia y la primera ministra, Liz Truss, esperarían la llegada del cuerpo de la reina Isabel II a la estación de St. Pancras.
Si el cuerpo de la reina se transporta en avión, la Operación Unicornio cambiaría y se llamaría Operación Overstudy.
Según lo especificado en este procedimiento, y con el antecedente de lo que sucedió en el fallecimiento de la madre de Isabel II, el funeral se llevaría a cabo nueve días después en la abadía de Westminster, aunque la sede podría variar de acuerdo con la decisión de los miembros de la Corona británica.
El acto final sería el traslado de los restos mortales de Isabel II a la capilla de San George, ubicada en el Palacio de Windsor, donde también se encuentran los de su esposo, el príncipe Felipe; ese día es decretado de luto nacional y no hay actividades.