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Qué es el "Shibari", la práctica sexual que ha vuelto tendencia Shakira
En Madrid y Barcelona existen decenas de escuelas donde se enseña esta disciplina que requiere cierta formación para llevarla a cabo sin riesgos.
Era el mes de febrero de 2023 cuando Pauline Massimo, profesora y artista de shibari, una centenaria práctica japonesa que consiste en inmovilizar a una persona con cuerdas, recibió una llamada de teléfono. Al otro lado sonó la voz de Jaume de Laiguana, director de cine y productor de algunos de los videoclips más exitosos de Shakira.
Antes de que a Massimo le diera tiempo a pararse a pensar por qué la estaba llamando, el cineasta le hizo una propuesta poco menos que irrechazable, especialmente para una artista como ella, que lleva escuchando y admirando a Shakira desde los 10 años. La idea era fácil de enunciar, pero extraordinariamente compleja de ejecutar: tendría que atar y levantar unos metros del suelo, siempre de manera segura, el cuerpo de la cantante colombiana. En el arte del shibari, levantar a alguien del suelo, aunque sea unos centímetros, se considera una práctica de riesgo.
“Además, colgarla con una cola de sirena, que pesaba muchos kilos, era una locura, pero tenía un gran equipo de seguridad. Estuvimos todo el día preparando todo para que cuando llegara el momento, estuviera perfecto. Hizo la escena dos veces y yo me quede en shock”, asegura Massimo. Primero hicieron un intento de prueba con una doble. Tras comprobar que los nudos eran firmes y estables y que no había riesgo de que Shakira, aun llevando esa pesada cola de pez, se desplomara desde varios metros de altura, procedieron a trabajar directamente en el videoclip. El resultado dio imagen al single de Copa vacía de Shakira y Manuel Turizo, y de paso se convirtió en uno de los proyectos mejor ejecutados por parte de Massimo. “Ha sido un honor ver mi trabajo en la portada de millones de publicidades en todo el mundo. Para la gente que no entiende de esta práctica es solo una foto con una gran estética, pero para los que sabemos lo que es el shibari, significa mucho más”.
Ha pasado poco más de un año desde aquella portada, pero unas cuantas cosas han cambiado, especialmente en lo que tiene que ver con la práctica del shibari. Contemplar a una cantante universal como Shakira atada y levantada de esa manera despertó en muchos el interés por una disciplina que últimamente se ha vuelto tendencia en redes sociales. Sin embargo, los profesores de shibari, muchos de ellos con varias décadas de experiencia a sus espaldas y practicantes en los tiempos en los que este estaba estrictamente relacionado con prácticas sexuales como el bondage, advierten del peligro que supone lanzarse a experimentarlo sin la supervisión adecuada.
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Hay quien dice que el shibari viene de un arte marcial que practicaban los antiguos samuráis para torturar a sus prisioneros, pero uno de los portavoces de Madrid Shibari Dojo, que prefiere que su nombre no aparezca en el artículo, aclara que apareció como una práctica erótica y BDSM. “Es una práctica que viene del porno japonés”, afirma. “En una cultura en la que necesitas ocultar tus sentimientos constantemente, estar atado y torturado te permite expresarte abiertamente”, reza un texto de su página web. Las ataduras se realizan con cuerdas de más de ocho metros de fibras naturales como cáñamo o yute en espacios seguros donde siempre hay tres personas que interactúan: el que ata, el atador y el observador.
“Es una de las experiencias más íntimas que pueden tener dos personas, porque estás dispuesto a ceder todo el control de tu cuerpo a otra persona”, asegura el portavoz de Madrid Shibari Dojo. Y alerta de la necesidad de encontrar lugares donde las clases las impartan profesionales, puesto que han surgido decenas de estudios en Madrid y Barcelona y no en todos el personal está igual de preparado.