Buenos Aires
Quilmes: intentó robar una moto, se tiroteó con un policía y un militar y terminó con muerte cerebral
El delincuente continúa internado, mientras que los efectivos de las fuerzas de seguridad y defensa están en libertad.
Un joven de 19 años sufrió una muerte cerebral luego de haber participado de un tiroteo contra un agente de la Policía Federal Argentina (PFA) y un sargento del Ejército Argentino en la localidad de Bernal Oeste, ubicada en el partido bonaerense de Quilmes. Hasta el momento, la Justicia no inició acciones contra los agentes.
El enfrentamiento armado ocurrió el jueves cerca de las 06:45 horas en la esquina de la Avenida Los Quilmes y Chaco, cuando los efectivos circulaban en una motocicleta y fueron abordados por el delincuente que habría intentado robarles. Ambos se identificaron como miembros de las fuerzas de seguridad y defensa nacional, lo que provocó que se abriera fuego en la vía pública.
Como consecuencia del tiroteo, uno de los proyectiles se alojó en la zona craneal del ladrón. Frente al incidente, los efectivos se comunicaron con la línea de emergencia del 911 para poder informar lo ocurrido y una patrulla perteneciente a la comisaría 2da. de Quilmes se presentó en el lugar.
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Una vez que el personal policial iniciara el procedimiento correspondiente, el único herido fue identificado como Sebastián Mauro Loza, quien fue atendido por los profesionales del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) y posteriormente trasladado al Hospital de Quilmes, según la información que obtuvo Télam.
Sin embargo, el paciente no permaneció mucho tiempo en el centro de salud mencionado, ya que ante la gravedad de su cuadro decidieron derivarlo al Hospital del Bicentenario Esteban Echeverría. Horas más tarde, los especialistas confirmaron que había sufrido una muerte cerebral.
La fiscal Ximena Santoro, quien está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°7, del Departamento Judicial de Quilmes, fue asignada a la investigación. Entre las medidas que ordenó, la funcionaria pública solicitó el análisis de la zona en la que ocurrió el tiroteo.
Por el momento, el equipo de la Policía Científica que inspeccionó la escena secuestró un revólver calibre .38 con tres proyectiles cargados que podrían pertenecer al damnificado. En cuanto a la situación procesal del policía y el sargento, la representante del Ministerio Público Fiscal no imputó a ninguno bajo algún delito.
Hace algunas semanas, se reportó un caso similar en la localidad vecina de Banfield, ubicada en la zona sur bonaerense. En esta ocasión, el comisario de la Policía Bonaerense Gustavo Romero fue asesinado a balazos por dos delincuentes que intentaron robarle una moto marca Kawasaki.
El homicidio sucedió el pasado 2 de octubre, a las 20:55 horas, cuando la víctima se encontraba vestido de civil, a bordo del vehículo, mientras esperaba que su esposa saliera de trabajar de una farmacia que se encuentra en la intersección de Hipólito Irigoyen y Vieytes.
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En ese momento, una banda de ladrones que se trasladaban en cuatro motocicletas frenaron con la intención de llevarse la del comisario, quien se defendió con su arma reglamentaria, pero fue impactado por una de las balas disparadas en un breve tiroteo. De acuerdo con la cámaras de seguridad, el grupo estaba conformado por siete personas que se dieron a la fuga sin consumar el robo.
Luego de que el ataque fuera denunciado, los agentes de la comisaría 2da. de Banfield intervinieron en la escena del crimen, en donde encontraron seis vainas servidas. Además, plantearon la hipótesis de que el arma reglamentaria de la víctima haya sido robada por la banda, debido a que esta no pudo ser localizada.
En paralelo, el policía fue trasladado de urgencia al Hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora, en donde perdería la vida producto de los cuatro disparos que recibió. Según precisaron las fuentes oficiales, dos impactaron en el tórax, otro en su espalda y el restante en la cabeza.
De los siete delincuentes buscados por la Justicia, las autoridades detuvieron a un joven llamado Gustavo Alejandro Martins (25), quien habría confesado el crimen a su pareja previo a ser aprehendido en un allanamiento. “Me mandé una macana, maté al policía, sino lo mataba, me mataba a mí”, confesó el agresor que fue imputado por el delito de “homicidio en ocasión de robo” por los fiscales Gerardo Loureyro y Lorenzo Latorre de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°3.
Anteriormente, Diego Romero (35), el hermano del policía que trabajaba en la delegación La Plata de la División Crimen Organizado había sido asesinado en un tiroteo contra delincuentes que ocurrió un 16 de diciembre de 2012 en Lanús.