Reclamo de vecinos por asentamientos ilegales, inseguridad y abandono barrial
Los pedidos son para la amplia zona que abarca las vecinales de General Alvear, Sargento Cabral y Candioti Norte.
En el mediodía del último domingo, un motochorro revolcó por el piso a una mujer de 92 años que caminaba junto a su hija, con el objetivo de robarles un bolso.
Eso pareció ser la “gota que colmó el vaso” para los vecinos de Sargento Cabral. Este hecho, ocurrió a metros de la esquina de Marcial Candioti y Quintana, el lugar donde en la tarde de este lunes, a la gente del lugar se le sumaron personas de la vecinal General Alvear y de Candioti Norte.
“Estamos preocupados, angustiados, cansados, saturados, no vemos salida a esta inseguridad que tenemos en la ciudad de Santa Fe. Golpean a personas mayores. Le pedimos al Intendente que convoque en forma urgente al comité de seguridad municipal porque es el presidente natural por el puesto que ocupa. Y cuando esto ocurra, que le den participación a las vecinales porque ellas son las que saben y conocen el territorio. Lo que pasó este fin de semana (lo de las mujeres mayores asaltadas) y lo que venimos padeciendo es tremendo, la bronca que tenemos es muy grande”, comenzó expresando a los medios Marcos Rossi, referente de la vecinal Gral. Alvear.
Uno de los ocupantes ilegales, no solo levantó las paredes, sino que también “diseñó” su propio desagüe en plena ciclovía.Foto: Pablo Aguirre
“Motochorros, arrebatos y entraderas, son los hechos más característicos, lo que más se ve. Los vecinos nos organizamos con alarmas comunitarias, cámaras, algunos en forma privada, pero los ladrones caminan por los techos como si fuera la peatonal. No vemos casi nunca presencia policial, no hay una continuidad. Posiblemente ahora con la denuncia que estamos haciendo de manera pública, se vean unas semanas, y después se borran”, asegura Rossi
Asentamientos ilegales
Otra de las cuestiones que reclamó el nutrido grupo de frentistas fue por cuestiones relacionadas a las ocupaciones o asentamientos ilegales.
“Los vecinos de calle Córdoba entre Las Heras y República de Siria, están teniendo serios problemas con el asentamiento que está atrás del galpón de Malvinas, cerca de una histórica chimenea. Esta semana que pasó, avanzaron hasta la línea de la ciclovía, la cual cortaron para hacer un desagüe que lleva aguas servidas hasta la calzada”, describe el referente barrial.
Una situación similar ocurre en Luciano Torrent entre Las Heras y Belgrano, un asentamiento de varios años. “Ahí hay una última construcción que se está haciendo que le dañó la pared a un vecino, se la rajó casi de forma total. No hace la denuncia porque está amenazado. Además vuelcan todas las aguas servidas que vienen por Luciano Torrent a calle Las Heras. Somos conscientes que no los van a sacar más. Pero por lo menos, que regularicen la situación habitacional de esa gente”, finalizó Rossi.
Más voces, más reclamos
Otras vecinas de la zona, también se hicieron escuchar ante la presencia de los medios de comunicación.
Las paredes se levantan a diario sobre la ciclovía ubicada en Córdoba y República de Siria. Foto: Pablo Aguirre
-“Hace dos años aproximadamente armamos una alarma comunitaria. Una manera que tenemos de generar conciencia entre todos y pasarnos la información ante cualquier hecho, como para que estemos atentos, pero no debería ser así. Nosotros tenemos que reclamar por todo: acá cerca está la Plaza 9 de Julio, donde todo lo tenemos que pedir para que esté en condiciones: que vengan a limpiarla, a cortar el césped. Para que reparen las farolas, tenemos 3 o 4 expedientes de hace más de un año y medio. Solo para que le pongan los focos que se quemaron. Entonces no es solamente que tenemos un problema de inseguridad, sino también de abandono del barrio. Estamos desesperados”.
-“Estamos cansados de estos hechos, no queremos que maten a nadie. Debemos solidarizarnos entre todos. Los hechos ocurren a cualquier hora del día, generalmente son jóvenes, hombres y mujeres”.
-“Entraron a mi casa, hicimos la denuncia, ofrecimos cámaras, pero acá estamos. Seguimos reclamando por seguridad”.
-“Un día cuando estacioné en mi casa, se me subieron al auto. Estaba con mi hija. Nos apuntaron y le robaron el bolso. Sufrimos a diario y a cualquier hora. En esta zona, las motos, son el común denominador de los arrebatos”.
-“Muy cerca de Avenida Gral. Paz, mi hija de 16 años estaba sentada con una amiga y pasó una pareja en moto, el hombre se bajó y con amenazas le sacó el celular. Fue a las seis de la tarde. Y esa no fue la primera vez: hace dos años le robaron la bicicleta en la ciclovía, en pleno enero a las cinco de la tarde, donde había mucha gente”.