Violencia de género
Reino Unido: un hombre atacó a su novia con una botella luego que ella le reclamara una infidelidad
Estuvo meses en terapia por la gravedad de las heridas y al agresor le dieron cuatro años y 10 meses de prisión.
Paige Woodward, una joven de 29 años del Reino Unido, fue víctima de una brutal golpiza por parte de su novio, Ross Komoroczky, con quien había decidido terminar la relación tras descubrir que este le estaba siendo infiel.
Ella lo enfrentó, lo dejó y él le partió una botella de vidrio en el cuerpo que la dejó al borde de la muerte en dos oportunidades. El hecho ocurrió en el 2022 en el Reino Unido y el agresor recibió tan solo cuatro años y 10 meses de prisión.
Según contó ella al medio inglés, The Sun, él siempre había sido “un hombre encantador” hasta el primer punto de quiebre de la relación que se dio cuando en el cumpleaños de la mamá de Paige, quien había fallecido en 2017, ella estaba totalmente abatida por la fecha y él, en vez de contenerla, comenzó a tratarla mal y a querer controlar su vida.
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“Me dije a mí misma que era un caso aislado, pero después de eso, estuvo enojado y cruel todos los días”, agregó. Hasta que un día, en plena discusión, Ross se confundió su nombre con el de otra chica.
“Me sentí confundida y le pregunté quién era. Pero él negó haberlo hecho. Durante semanas le pregunté si me estaba engañando y él me decía que yo estaba mal y que todo estaba en mi cabeza. Me hizo cuestionar todo”, agregó.
Un día salieron a comer y en un momento le llegó un mensaje de una chica que se llamaba igual al nombre que le había dicho aquella vez. En ese momento comenzaron nuevamente las dudas y los cuestionamientos. Harta de la situación decidió dejarlo y él “se volvió loco”.
Ella había vuelto a su departamento, y mientras estaba durmiendo, Ross ingresó y le rompió una botella en la cabeza. “La sangre corría por mi cara. Salté de la cama y me escondí en un rincón de la habitación. Gritaba pidiendo ayuda, esperando que un vecino me escuchara. Pero nadie vino”, se lamentó.
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En ese momento, con la poca fuerza que le quedaba, siguió luchando por su vida hasta que finalmente logró escapar y fue atendida por la gravedad de sus heridas. Según contó, en ese momento casi pierde la vida debido a la cantidad de sangre que había perdido. Pero, días después de estar internada, comenzó a volver a ponerse mal debido a una sepsis en sangre.
“Los médicos lograron salvarme, pero pensaba ‘estoy a punto de morir por lo que me hizo Ross’. Además, mi madre murió por sepsis así que eso me impactó aún más”, concluyó.
Finalmente, su expareja fue detenido y condenado a cuatro años y 10 meses de cárcel. Paige, de esta forma, buscó que su historia “le sirva a otras chicas”.
“Mi desagradable cicatriz es un recordatorio constante del ataque de ese día, pero las cicatrices mentales que me dejó son peores”, relató al medio inglés y agregó: “Le aconsejo a cualquier mujer que escuche mi historia a que no ignore ninguna señal de alerta como lo hice yo. Que confíen en su instinto antes de que sea demasiado tarde”.