Río Negro: en una caja le entregaron los restos de su abuelo desaparecido
Luis Sosa tenía 77 años y fue visto por última vez el 10 de enero de 2019. “Desconfiamos que sea el cráneo de mi abuelo”, dijo una de sus nietas.
El 10 de enero de 2019 empezó la odisea de la familia de Luis Sosa. Ese día, el hombre de 77 años desapareció de su casa de General Roca. Un mes después encontraron un cráneo, pero desestimaron que perteneciera al hombre y creían que podía ser de una mujer. Un año y ocho meses después, confirmaron que era de Sosa y se lo entregaron a sus nietas en una caja de mayonesa.
“¿Se puede ser más basura? Un año y ocho meses esperándote y buscándote, y te entregan como si no fueras nada”, escribió indignada en las redes sociales una de ellas.
La desaparición del hombre siempre fue un misterio. Hubo varios rastrillajes pero no encontraron otras partes de su cuerpo, ni calzado ni ropa. “A nosotros nos trataron muy mal. Se nos rieron en la cara. En febrero del año pasado el fiscal nos dijo que el cráneo encontrado no era de mi abuelo, y ahora nos dicen que sí”, contó Cinthia, otra de las nietas, en diálogo con TN y La Gente.
“Que se enteren todos la clase de m… que tenemos en el Poder Judicial. Somos solo un número para ellos, y los que no nos callamos somos molestia. Van a tener que seguir trabajando señores fiscales, porque no voy a parar hasta saber qué le paso a Don Sosa, mi abuelo. Y cuando lo sepa no van a saber dónde meterse”, dice el posteo.
“Tenemos muchas dudas con respecto a los restos. Ya no sabemos si pertenecen a mi abuelo, a una mujer o a otra persona. Encima no le podemos dar cristiana sepultura porque no nos dieron el certificado de defunción. Parece otra tomada de pelo”, concluyó la joven.
Según informó el medio La Comuna a mediados de agosto, el Ministerio Público Fiscal informó a través de un comunicado de prensa que el Laboratorio Regional de Genética Forense determinó, que los restos óseos encontrados en un basural ubicado al norte de General Roca pertenecen a Luis Sosa.
Lo cierto es que a pesar de los resultados, la familia de Sosa seguirá pidiendo justicia. “A Luis Sosa lo hicieron desaparecer. Luis Sosa no se dejó morir en un basural. Luis Sosa no es un pedazo de cráneo. A Luis Sosa le pasó algo”, reclamaron.
La familia de un jubilado de 70 años que desapareció en Macachín, La Pampa, vive horas de angustia porque desde el 13 de julio no sabe nada de él. En los últimos días encontraron su billetera y gotas de sangre en un parque cercano a su casa, pero del hombre no hay más rastros.
Se trata de Ismael Rubén Gómez, un conocido vecino del lugar que es buscado por cielo, tierra y hasta con perros rastreadores. Pesa unos 70 kilos y mide 1,60 metros. La denuncia por la desaparición la hizo su hijo, al no encontrar a su padre en el departamento donde vive, ubicado a pocas cuadras donde fueron hallada su billetera por dos nenas que jugaban en una plaza.
En el interior había un carnet de PAMI y su documento. En las primeras semanas se realizaron rastrillajes en el barrio y en la periferia de Macachín, pero con la confirmación de que las gotas de sangre pertenecen a Gómez se intensificaron en las últimas horas.
En esa búsqueda fue que encontraron otra gota de sangre enfrente del EGB, el colegio secundario, a unos 50 metros de donde hallaron las primeras. Además, la policía revisó las cámaras de seguridad, pero hasta el momento no hay rastros del jubilado.
En las últimas horas el Gobierno de La Pampa puso una recompensa de 500 mil pesos para quien ofrezca datos por la desaparición de Ismael Gómez.
Unas 50 personas, entre policías y bomberos de Macachín, participan de a búsqueda que se extendió a las localidades de Rolón y la vieja planta de Salinas Grandes.