Río Negro: iban a comprar una casa y la vendedora desapareció con el dinero
Una pareja de Cipolletti demandó civilmente a la vendedora de una casa, a quien le entregaron una seña para poder comprar el inmueble, pero la mujer luego desapareció cuando tenían que cerrar el negocio. Gracias a un fallo de primera instancia de la Justicia, ahora la demandada deberá indemnizarlos por más de un millón de pesos.
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Según detallaron fuentes judiciales, el caso tiene inicio cuando una pareja inicia los trámites necesarios para la compra de una casa, incluido un crédito hipotecario. Justamente, las negociaciones las iniciaron con la dueña de la propiedad.
Dado el entusiasmo del matrimonio, se llegó a firmar un boleto de compraventa, en el cual se establecieron algunas cláusulas y se fijaron los plazos para cerrar el negocio. En este sentido, en el documento se dejó constancia de que los compradores estaban gestionando un crédito hipotecario ante el Banco Nación para pagar el inmueble, pero que dejarían una seña para mostrar su compromiso con el contrato.
Todo marchaba en orden hasta que el día elegido para la escritura, la pareja debía entregar el dinero para la cancelación total del negocio, previa acreditación del crédito hipotecario. Pero el banco se retrasó 18 días en emitir la resolución y entonces los plazos no se pudieron cumplir como habían sido establecidos.
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Cuando el dinero fue otorgado, la pareja buscó a la vendedora para pagarle y escriturar pero ella no les atendió el teléfono.
Fue así que contrataron la intervención de un abogado y un escribano, con lo que lograron notificarla en su domicilio.
Los compradores entregaron una seña para que la casa no fuera vendida. Sin embargo, luego de que ellos se demorarán en hacer el pago final por los tiempos administrativos del banco con el que gestionaron un crédito hipotecario, la vendedora desapareció.
Ya con el proceso judicial en marcha, en la demanda civil los compradores demostraron que no se habían arrepentido y que no incurrieron en mora; y que el retraso del banco era una circunstancia ajena a ellos “que no demostraba mala fe por parte de la pareja”.
Con esas pruebas, la vendedora fue condenada a devolver la seña con intereses, más el dinero invertido en artefactos para el hogar (la pareja había comprado un calefactor y un termotanque). Esto suma un total de 1.685.750,42 pesos.
El fallo es de primera instancia y aún no está firme porque puede ser apelado.
