Río Negro y Neuquén: hallaron plaguicidas en placentas de mujeres embarazadss
La investigación está contextualiza en la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén. La producción de la zona está centrada en el cultivo de frutales como la pera, donde Argentina es el principal exportador del hemisferio sur.
Especialistas encontraron plaguicidas en la placenta de mujeres del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, lo que afecta el embarazo porque se disminuye el peso al nacer. Además, indicaron que sería el primer estudio que mide los niveles de este tipo de compuesto e investiga sus efectos.
Desde la Universidad Nacional del Comahue (UNC) explicaron que el trabajo se dio a conocer por que se presentó en un congreso iberoaméricano de salud y medio ambiente, y su repercusión fue tal que los editores de la revista de salud ambiental de la Sociedad Española de Salud Ambiental lo pidieron para publicarlo.
Se trata del adelanto de la tesis de Piuque Rodríguez, quien trabaja en la investigación junto a cinco colegas más: Natalia Guiñazú, Berta Vera, Celeste Muntaner (también de la UNC), Karina Miglioranza y Paola Ondarza.
“Demostramos que efectivamente los plaguicidas llegan a la placenta de las madres del Alto Valle, tanto rurales como urbanas”, afirmó el investigador Piuque Rodríguez.
Rodríguez y el equipo recolectaron placentas de mujeres del Alto Valle y, al analizarlas, encontraron organoclorados y clorpirifios. Anteriormente ya habían demostrado que los plaguicidas hacían que una enzima, la acetilcolistenerasa, dejara «de trabajar» y fue la misma situación que hallaron en las placentas.
Estos son los resultados de 20 placentas, aunque tienen 85 bajo investigación en el laboratorio. Buscan tanto plaguicidas de uso histórico (los organoclorados) como los actuales (organofosforados, herbicida y fungicida).
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Rodríguez resaltó que encontraron estas sustancias tanto en mujeres que viven en zonas rurales como urbanas: «esto nos llamó mucho la atención porque si bien encontramos mayor nivel de algunos plaguicidas en las muestras rurales, también vimos que todas las placentas tienen algún tipo de plaguicida».
COMPROBADO: A MAYOR EXPOSICIÓN A PLAGUICIDAS, MENOR PESO AL NACER
El investigador señaló que «a mayor nivel de plaguicidas, menor índice ponderal (que tan bien nutrido se encuentra dentro del vientre materno)». Esta correlación negativa la vieron al medir la morfología de las placentas y el peso de los neonatos.
Al ser consultado si la causa efectivamente sería la exposición a plaguicidas, Rodríguez reforzó la idea: «a mayor exposición a plaguicidas, menor peso al nacer». Marcó que otros estudios también demostraron que estas sustancias «están teniendo algún efecto en el desarrollo cognitivo y efectos en la placenta humana».
“Es innegable que estamos todos expuestos a los plaguicidas. Con decirte que encontramos metabolitos de DDT, un plaguicida que hace 50 años que no se aplica», alertó Rodríguez
TODAS LAS PLACENTAS TENÍAN PLAGUICIDAS
Para el especialista, fue muy preocupante descubrir que todas las placentas analizadas tenían algún grado de exposición a los plaguicidas.
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«Esto demuestra que no estamos solo expuestos a los plaguicidas por su aplicación en el campo sino que existen otras vías adicionales de exposición que son muy importantes como los alimentos», explicó.
Ante este panorama, el grupo se dispuso a buscar plaguicidas en el aire y el agua. Aunque esperan los esos resultados, para Rodríguez «es innegable que estamos todos expuestos a los plaguicidas. Con decirte que encontramos metabolitos de DDT, un plaguicida que hace 50 años que no se aplica. Es tan persistente, que aún afecta la salud humana.»
Piuque Rodríguez pertenece al Centro de Investigaciones en Toxicología Ambiental y Agrobiotecnología del Comahue (CITAAC), Universidad Nacional del Comahue-CONICET.
Trabajó en esta investigación junto a Natalia Guiñazú, del mismo Centro; a Berta Vera, de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCo al igual que Celeste Muntaner; y a Karina Miglioranza del Laboratorio de Ecotoxicología y Contaminación Ambiental, Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), Facultad de Ciencias Exactas, al igual que Paola Ondarza.