Rompió el silencio la mamá de Emiliano Sala: “Quiero justicia, a mi hijo le fallaron”
Es un caso que conmueve al mundo entero. A pocos días del juicio final, Carina habló por primera vez en público. Cuenta qué le dijo Emiliano antes de subirse al avión, sus dudas, sus sospechas, sus intrigas y una frase desgarradora: “Pienso que en cualquier momento sonará el teléfono y será él que vuelve a hablarme”.
Enrique Cruz (h)
Pasaron tres años. El mundo entero lloró la muerte de Emiliano Sala. El avión en el que viajaba desde Nantes hasta Cardiff se estrelló en el Canal de la Mancha y fue hallado a 67 metros bajo el nivel del mar, al norte de la Isla de Guernsey, después de trece días de búsqueda. El cuerpo de Emiliano Sala fue encontrado pero no así el del piloto, David Ibbotson, quien trasportaba al santafesino, nacido en Cululú, que había sido transferido e iba a jugar la Premier League. Ese fatídico 21 de enero de 2019 cambió la vida de la familia Sala. El grito “desgarrador” de Darío, el hermano de Emiliano, recibiendo la noticia que Emiliano había desaparecido, todavía estremece a Carina, su mamá. Lo que sobrevino fue tan impactante como emocionante: el reconocimiento a nivel mundial, el funeral que marcó para siempre la historia de Progreso y el nacimiento de una leyenda.
-¿Es la primera vez que hablás, Carina?
-La primera vez…
-¿Qué te impulsa a hablar?
-Llega la parte final del juicio y quiero que se haga justicia, que el mundo sepa la verdad… Emiliano era un muchacho bueno, que creía en las personas… ¡A Emiliano le fallaron!
-¿Cuál es tu verdad, Carina?
-… Es muy difícil decirlo en público… Perdoname.
-¿Lo suponés?, ¿tenés esa intuición de mamá?
-¡Claro que la tengo…!
-¿Vos creés que a Emiliano lo traicionaron?
-… Podría decir que sí… Hay varios para apuntar…
-¿Con alguno pudiste hablar?
-Con nadie… Quiero confiar, necesito confiar… A mi hijo no me lo devuelve nadie, pero quiero que paguen los que organizaron ese viaje, inclusive el responsable de la avioneta… Ese avión no estaba en condiciones y el piloto que nunca apareció y no sabemos nada… ¡Es extraño porque se lo buscaba a los dos y la familia del piloto nunca se comunicó conmigo!
-¿Te llama la atención?
-Muchísimo… Encontraron a Emiliano pero no al piloto… ¿Por qué estaba Emiliano y el piloto no?… Me dieron muchas explicaciones pero no me terminan de convencer…
-¿Y de parte de los dirigentes, ya sea de Nantes o de Cardiff?
-A Nantes lo conozco pero a Cardiff no llegué a conocerlo, así que no puedo hablar de ellos… Hubo conversaciones, pero también en el caso de los clubes alargan la cosa…
-¿De quién era la responsabilidad de la contratación del avión?
-No te lo puedo decir… Emiliano no lo contrató, se lo contrataron… Yo desconfío y sólo quiero que se haga justicia.
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-¿Cuál fue la última comunicación con Emiliano?
-Cuando estaba en el aeropuerto… Me dijo: “Mamá, en dos horas llego a Inglaterra y te vuelvo a llamar”… Y la llamada nunca llegó… Lo primero que pensé es que estaba muy cansado y se había dormido…
-¿Cómo te enterás de la noticia?
-Estábamos en mi casa y mi hijo, Darío, pega un grito aterrador… Ese grito todavía resuena en mis oídos, no me lo puedo sacar, lo siento a cada momento… Darío me grita: “¡Mamá, Emiliano desapareció!”… Muy doloroso… No sabía qué hacer, no podía creerlo, me parecía mentira… Me negaba.
-¿Vas a viajar a Europa para esta parte final del juicio?
-Sí… Y si no voy, irá Darío… No sé cuánto tiempo llevará, las leyes de Inglaterra son medio lentas también.
-¿Estás conforme con lo que hizo la Justicia hasta ahora?
-¡Para nada…! ¡¿Dieciocho meses de prisión para un tipo que organiza un viaje con un avión en esas condiciones y con ese piloto…?!… No no, para nada estoy conforme.
-¿No había ninguna manera de que Emiliano o alguien supiese eso con anticipación?
-No… Emiliano seguro que no, él confiaba en la gente, no dudó en ningún momento… Lo único que me dijo fue: “Mamá, me consiguieron un vuelo privado”. Y yo le pregunté cuánto le iba a salir. Y me dijo: “Y una persona le dijo que se lo pagaba con los goles”.
-¿Vos sabés quién es?
-Sí…
-¿No lo vas a decir?
-No…
-Por lo que me decís, es una persona vinculada al fútbol…
-…. Vamos a ver…
-De todo lo que pasó desde ese momento, con semejante repercusión mundial y que convirtió a tu hijo en una verdadera leyenda, ¿hubo algo que no te haya gustado?
-No estoy muy en contacto con las redes sociales, nunca hablé, esta es la primera vez que lo hago… La gente lo quiere mucho, me mandan mensajes permanentemente… Más no te puedo decir…
-¿Cómo era Emiliano con vos?
-¡Un amor de persona…! Cuando se fue a jugar a Francia, era mi bebé que se iba… Lo extrañé un montón… Y lo extraño horrores…
-¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando pensás en él?
-… Me imagino que en cualquier momento va a aparecer, que en algún momento voy a sentir su llamada… Mi deseo más grande es que se haga justicia.
-¿Qué siente una madre cuando pide justicia por su hijo?
-… Siento mucho dolor porque sé que él no va a estar más, pero necesito saber que esto no le pase a nadie más.
-La transferencia de Emiliano al Cardiff se hacía por 17 millones de euros. ¿Cobraron algo?
-No…
-¿Qué lugar en la escala de valores tiene eso para vos?
-Que me tienen que dar todo lo que mi hijo se merecía… Y por eso también voy a luchar, porque es lo que él hubiese querido, que yo luche por lo que es de él.
-¿Ni siquiera cobraron un seguro de vida?
-Nada… Yo sólo quiero justicia… Sólo quiero que paguen los que son responsables del accidente y la muerte de mi hijo.
-¿Te gustaba ir a verlo jugar?
-¡Si…! Todos los meses de octubre me iba a Europa… Siempre… Todos los años… Me quedaba un tiempo largo, disfrutaba de él, los paseos en los parques, me llevaba a conocer lugares fabulosos… Tenía una comunicación muy grande, que si bien la tengo con mis otros dos hijos, Emiliano es un ser de luz…
-Hablás en presente cuando hablás de él…
-… Yo le hablo a Emiliano…
-¿Te encontrabas con un revoltoso que dejaba todo tirado por ahí?
-¡Noooo…! Por supuesto que cuando iba mamá, era mamá la que limpiaba, la que lavaba la ropa y la que le hacía de comer… Nadie limpiaba como mamá… Y le cocinaba lo que a él le gustaba…
Ultima foto de Emiliano con su mamá
-¿Qué le gustaba?
-Las milanesas caseras y los tallarines, también caseros… Se enloquecía por ellos… En Progreso, cuando niño, Emiliano era un chico libre, bueno, gentil, respetuoso, nunca tuvo un problema con nadie… Era un chico especial, humilde…
-¿Te sorprendió algún llamado en estos tres años?
-… ¡Han llamado tantos…! Pero soy una mujer de perfil bajo, al punto que esta nota a El Litoral es la primera que doy… Nunca quise hablar públicamente…
-¿Y cuando observabas los homenajes?
-¡No te lo puedo explicar!… Era una mezcla de orgullo y dolor a la vez… Veía eso, la gente que gritaba y me hacía mal, los ojos se me llenaban de lágrimas, se me cerraba el pecho… A veces tenía que dejar de verlos… Siento que se terminó una parte de mi vida.
-Si los culpables pagan, podrás cerrar la historia legal de Emiliano. La otra historia no se cierra nunca…
-Muchas veces pensé en decir “hasta acá llegué…”. Pero no… Tengo que seguir adelante… Debo seguir adelante.
-Quizás sea insistente, pero, ¿realmente sos optimista, confiás en que se llegue a hacer justicia?
-Quiero creer que sí, porque no puede ser que en tres años no tenga nada… Quiero confiar en Europa, quiero confiar en Inglaterra…
-¿Hablaste con gente de Argentina para que te den una mano a nivel diplomático o alguien del país que te pueda ayudar a otro nivel que no sea el estrictamente legal que está en manos de los abogados?
-No… Tampoco nadie se interesó, nadie me llamó.
-El caso tuvo repercusión mundial. ¿Esperabas que alguien se interese en ayudarlos?
-¡Pero claro…! En sí, nos ayudaron muchas personas, pero para la búsqueda solamente… Pero después se borraron, no preguntaron más nada, no se interesaron por saber cómo se sentía la familia… Me hubiese gustado mucho que me ayuden, pero nadie me ayudó y yo lo esperaba…
-¿Te queda algo por decir que no te haya preguntado?
-Que sólo pido que se haga justicia… Y amo a mi hijo.