Rosario sangrienta: encontró el cadáver de su tío ejecutado con un tiro en la cabeza
El sobrino de la víctima lo encontró el pasado jueves alrededor de las 16
La violencia y la inseguridad en Rosario no ceden a pesar del refuerzo de gendarmes y agentes federales después de la balacera contra el supermercado de la familia Roccuzzo y el crimen de Máximo Jerez. En la tarde de este jueves, mataron a un hombre de 34 años de un tiro en la cabeza a la vera del arroyo Saladillo, en la zona sur.
El cuerpo de Pablo David Acosta fue hallado pasadas las 16 del jueves en un camino de tierra que se usa para unir la calle Piamonte con la autopista Rosario-Buenos Aires, a metros del Saladillo. Quien lo encontró fue su sobrino, que de inmediato pidió presencia policial.
De acuerdo a las primeras actuaciones ordenadas por el fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo, sus familiares aseguraron que Acosta no había recibido amenazas previo al ataque. Agregaron que la última vez que lo vieron fue en horas de la mañana, cuando salió de su domicilio.
Peritos forenses secuestraron en la escena del asesinato cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros. Ahora, la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal tendrá que realizar un relevamiento de cámaras en toda la zona y buscar posibles testigos. En tanto, el cadáver fue enviado al Instituto Médico Legal para la realización de la autopsia.
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Con este caso, el departamento de Rosario acumula 84 crímenes en lo que va del año, según el Observatorio de Seguridad Pública, organismo provincial integrado por el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público de la Acusación. De ese número, 26 ocurrieron en enero, 32 en febrero, 22 en marzo y 4 en abril. Es decir, la tasa aminora, pero los hechos no se detienen.
Vecinos denuncian intentos de usurpaciones
Por otra parte, un grupo de vecinos que vive en la zona de 27 de Febrero y Primero de Mayo, en la zona de La Sexta, denunció que desde el 9 de febrero pasado son hostigadas seis familias para que abandonen sus domicilios y los entreguen a narcos.
Uno de los vecinos amenazados contó en Radio 2 que los autores de las extorsiones “merodean todas las madrugadas por los techos del barrio” e incluso dejan intimidaciones escritas debajo de las puertas de las víctimas, donde exigen que dejen sus propiedades.
El hombre lamentó que el Ministerio Público de la Acusación y la Policía aún no le dieron una respuesta a las familias afectadas. “Las amenazas subieron de tono, a una familia le robaron una zapatilla y la dejaron con un cuchillo clavado. La preocupación crece porque hicimos dos denuncias y no pasa nada”, reclamó.
“Hay vecinos con ataques de pánico, con psiquiatras, son situaciones que se están complicando. No queremos que pase a mayores”, agregó.
Por último, el vecino contó una situación que a todas las víctimas les llamó la atención: la aparición en medio de las extorsiones de un supuesto representante de una inmobiliaria que ofrece comprar las propiedades. “Dejaron un folleto que dice que tienen sucursales acá, en Estados Unidos y en Europa, como si fueran una franquicia. Pero no te dejan una tarjeta sino que un papel impreso que dice «soy fulano de tal, de tal inmobiliaria y este es mi teléfono». Una vecina llamó a la inmobiliaria y dijeron no conocer a esa persona”, concluyó.