Rosario se quedó sin fotomultas en las esquinas semaforizadas
Desde enero pasado no se filman cruces en rojo y circulación a alta velocidad. Las cámaras desaparecieron y solo quedaron postes.
Con la puesta en marcha del nuevo sistema de mantenimiento de semáforos en enero de este año, que está a cargo de dos empresas, Rosario se quedó sin el sistema de fotomultas por exceso de velocidad o cruce en rojo. Hoy solo asoman los soportes que sostenían los equipos, pero en la actualidad no se realizan estas infracciones. Mientras tanto, la evolución de la movilidad en el tránsito arroja un alza en las últimas semanas, con un promedio por arriba del 80 por ciento de vehículos que circulan por las calles en comparación a la prepandemia.
La concesión con la firma Kapsch terminó en diciembre del año pasado y, tras un proceso licitatorio previo, la actual administración a cargo de Pablo Javkin decidió adjudicar el mantenimiento de las señales luminosas a dos empresas: Mantelectric, que sigue operando en la ciudad, y Autotrol, que se hizo cargo de la segunda zona.
Dentro del pliego, los radares no estaban incluidos, lo que dejó a un costado los procesos previos en donde Kapsch estuvo a cargo de 15 puntos fijos y otros cuatro de medición simulada que sirvieron para sancionar a quienes cruzaban los semáforos en rojo o circulaban a velocidades por encima de lo permitido.
La gestión estuvo a cargo de esta polémica empresa que se hizo cargo al menos durante el último mandato de la ex intendenta Mónica Fein y que quedó cuestionada tras el accidente automovilístico en Salta y Lagos donde falleció el motociclista Ito Seisas (ver aparte).
Pero previamente, las fotomultas estuvieron a cargo de la firma Telvent. El mecanismo de control se impuso para prevenir siniestros y se alternaban los artefactos que tomaban la imagen y luego permitían imprimir la multa para sancionar a los infractores. También se confeccionaba una estadística para analizar las esquinas más vulnerables.
Lo recaudado por las fotomultas iba al Fondo Compensador del Transporte hoy tan requerido de recursos en plena crisis del sector. De todos modos, estos montos por infracciones de cruces en rojo nunca representaron un porcentaje con fuerte incidencia.
Lo cierto es que la tecnología de Kapsch aparecía como la única alternativa para darle continuidad a este sistema de medición de tránsito y se optó por dejar afuera este plus dentro de la actual licitación para el mantenimiento de los semáforos.
Hubo temor en torno a producir un direccionamiento o confeccionar un pliego a medida, si bien algunas voces consultadas aclararon que existen otras empresas en condiciones de proveer esta tecnología.
Los postes, las luces de los flashes y las multas que llegaban a los infractores no solo fueron un dolor de cabeza para los conductores imprudentes, sino que provocaban un efecto de disciplinamiento en el resto del tránsito.
En cuanto a la movilidad, los índices que actualiza el municipio y la curva de movimiento del flujo vehicular resultan claros. Desde el comienzo de la pandemia cuando el tránsito se redujo drásticamente al 33 por ciento, se pasó a un promedio de más del 80 por ciento de vehículos en las calles rosarinas si se hace una comparación con la prepandemia hacia fines de marzo.
Nuevos jugadores
Desde el primer día del año, Rosario cuenta con un nuevo sistema de mantenimiento de semáforos. Mantelectric seguirá operando en la ciudad y la novedad fue el desembarco de Autotrol.
Tras el accidente del 13 de noviembre de 2017, donde falleció el motociclista Marcelo “Ito” Seisas al encontrarse con un semáforo defectuoso en la esquina de Salta y Lagos. Kapsch siguió como prestataria del servicio hasta 2019. Había iniciado el servicio en 2012.
Un hecho trágico que marcó la concesión
A partir de un fatídico 13 de noviembre de 2017 se pintaron 24 estrellas frente a la Intendencia (23 fueron borradas por la administración Fein) en representación de cada pedido de justicia por parte de los familiares y amigos de Marcelo “Ito” Seisas. El joven iba en una Vespa Piaggio por calle Salta. Tenía 32 años y, en la esquina con Ovidio Lagos, un desperfecto en el semáforo (que dio verde en las dos calles) y el encuentro con una Fiat Toro le costaron la vida. La falla del semáforo de la esquina que mantenía Kapsch fue el eje de la polémica. Reclamos previos y posteriores al hecho en el teléfono municipal 147 dan cuenta de ello, junto a declaraciones de testigos que indicaron que la señal luminosa estaba trabada y era defectuosa.