Rosario: una barcaza gigante quedó varada en Costa Alta
La altura en Rosario volvió a decrecer y llegó a solo 8 centímetros, según la medición de Prefectura este jueves. Además de las costas más anchas, los buques tienen cada vez más dificultades para ingresar a los puertos.
La bajante del río Paraná no se detiene y este jueves llegó a solo 8 centímetros en Rosario, según la última medición de la Prefectura Naval.
Esa marca se traduce en imágenes inéditas en la costa de la ciudad como las que expuso De 12 a 14 (El Tres). Por ejemplo, la presencia de una barcaza gigante varada en Costa Alta.
El periodista Daniel Amoroso relató que el barco estaba atado en la zona norte de la ciudad, debajo del puente Rosario-Victoria, y que al decrecer el caudal de agua quedó apoyado sobre la tierra.
Se trata de una barcaza que era utilizada para llevar combustible a los buques y estaba en desuso cuando quedó encallada. Es que faltan al menos dos metros de agua en esa zona. Detrás se veían los pilotes de la conexión vial con Entre Ríos, descubiertos como nunca.
En paralelo, buscaban evitar que a otra embarcación similar, que sí está activa, le ocurra la mismo. Este jueves realizaban trabajos para correr aguas adentro a ese segunda embarcación.
Mientras tanto, sobre el río circulaban pocos buques de carga. Apenas unas barcazas y algún pescador. El canal parecía “una avenida desolada”, describió el cronista.
Según Prefectura, la altura en Rosario cayó otros 8 centímetros en las últimas horas y llegó a la marca de 8 centímetros este jueves al mediodía. El miércoles estaba en 16 centímetros y el martes en 28.
Según el Centro de Informaciones Meteorológicas de la UNL, que toma la medición a la hora 0 de cada día, el nivel se ubicó a 16 centímetros, 12 menos que los 28 del miércoles.
El prefecto Walter Rosende afirmó a El Tres que “la tendencia es bajante” y que observan la evolución en “la línea alta y media de la cuenca con la liberación de agua de las represas Itaipú y Yaciretá”.
También advirtió que “hay muy pocas lluvias en toda la cuenca” y parte de su tarea es ver dónde se dan precipitaciones para ver si esa cantidad de agua va a llegar al río Paraná. Se trata de una emergencia hídrica con pocos antecedentes.