Rusia descartó cualquier negociación de paz con Ucrania
Fuerzas ucranianas bombardearon un puente vital para el abastecimiento de las tropas rusas en el sur de Ucrania y la Unión Europea (UE) presentó un plan de ahorro energético por si Rusia deja de enviarle gas por las tensiones por la guerra, mientras que autoridades rusas descartaron cualquier posibilidad de conversación de paz y advirtieron sobre una nueva configuración geográfica del territorio.
Un funcionario nombrado por Rusia en la ocupada y sureña provincia ucraniana de Jerson dijo que el Ejército ucraniano había bombardeado con misiles el puente Antonivskyi, que cruza el río Dnipro, y que lo alcanzó en 11 sitios.
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“El puente está en muy malas condiciones. No se cerró, el tránsito continúa a través de él, pero la situación es seria”, precisó Kirill Stremousov, vicejefe de la administración temporal creada por Rusia en Jerson, a la agencia de noticias rusa Interfax.
El puente de 1,4 kilómetros de longitud es el principal punto de cruce del río Dnipro en Jerson, y si quedara inutilizado, le sería más difícil al Ejército ruso mantener los suministros hacia sus fuerzas.
Stremousov también informó que las fuerzas ucranianas habían atacado el puente con los lanzamisiles múltiples estadounidenses Himars y agregó que algunos de los proyectiles fueron interceptados por las defensas aéreas rusas.
Desde Moscú, el canciller Serguei Lavrov, advirtió que si Occidente continuaba entregando a Ucrania armas capaces de golpear a larga distancia, como los Himars, los “objetivos geográficos de Rusia cambiarían”.
“No podemos permitir que, en la parte de Ucrania controlada por (el presidente Volodimir) Zelenski o su reemplazante, se encuentren armas que pueden amenazar directamente nuestro territorio o el de las repúblicas (separatistas) que declararon su independencia o quieren elegir su futuro solas”, manifestó el ministro a la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
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Lavrov afirmó que los objetivos militares de Rusia en Ucrania ya no se limitaban “únicamente” al este del país, “sino también de las regiones de Jerson y Zaporiyia y otros territorios” y que “no tenía sentido” mantener conversaciones de paz porque ahora se trataba de “otra geografía”.
A fines de marzo Rusia retiró las tropas que tenía desplegadas en torno a la norteña Kiev desde el inicio de su invasión el 24 de febrero y en mayo anunció el comienzo de una ofensiva para “liberar” el Donbass, integrada por las provincias de Lugansk y Donetsk.
A principios de este mes, el Ejército ruso comunicó la captura de Lisichansk, la última gran ciudad no ocupada de la provincia oriental de Lugansk. La semana pasada, los separatistas prorrusos, que combaten junto al Ejército ruso, anunciaron la conquista de Siversk, una de las tres localidades más importantes de Donetsk, y avanzaron sobre Kramatorsk y Sloviansk, las otras dos ciudades más grandes en poder de Ucrania en esa provincia.
Pero también el Ejército ruso logró ocupar parcial o totalmente otras provincias, entre ellas dos que se ubican en el sur del país, Zaporiyia, limítrofe por el este con Donetsk, y Jerson.
Jerson envuelve por el norte a Crimea, la península ucraniana que Rusia se anexionó en 2014, lo que le permitió formar un corredor terrestre desde sus fronteras con Ucrania hasta Crimea, que incluye además, hacia el este, a parte de la vecina Zaporiyia y gran parte del Donbass.
Ucrania lanzó varias contraofensivas en Jerson, pero Rusia mantuvo el control de la región, continuó con sus ataques en el Donbass y bombardeó en los últimos días ciudades de otras regiones orientales, en especial Jarkov, capital de la provincia del mismo nombre, al norte y fronteriza con Rusia.
El gobernador de Jarkov, Oleg Sinegubov, dijo en Telegram que un adolescente de 13 años, una mujer y un hombre habían muerto hoy y que otro civil había resultado herido por un bombardeo ruso contra Jarkov.
Más temprano, la Presidencia ucraniana precisó que al menos 13 civiles habían muerto y otros 40 habían resultado heridos en ataques rusos en las últimas 24 horas en todo el país.
“No hay lugar seguro en la región”, dijo el gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, e instó a los residentes a “evacuar la zona mientras puedan”.
Siria anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Ucrania, luego de que el Gobierno de ese país hiciera lo propio tres semanas atrás debido al reconocimiento sirio de la independencia de las repúblicas separatistas prorrusas.
Siria “decidió romper las relaciones diplomáticas con Ucrania, en conformidad con el principio de reciprocidad y en respuesta a la decisión del Gobierno ucraniano”, dijo una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio a la agencia de noticias estatal siria SANA.
La postura de la Unión Europea
En paralelo, la Unión Europea (UE) pidió a sus países reducir su demanda de gas en un 15% durante los próximos ocho meses, en el marco de un plan energético que busca garantizar el funcionamiento de la industria en caso de un corte total del suministro por parte de Rusia, como respuesta a sanciones occidentales, propuesta que se discutirá la próxima semana.
“Rusia nos está chantajeando, utilizando el gas como arma. Y si alguna vez hay una interrupción importante o incluso una interrupción total del suministro de gas (ruso), Europa tendrá que estar preparada”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó la agencia de noticias AFP.
Además, la intervención militar de Rusia en Ucrania ha obstaculizado los envíos de uno de los mayores exportadores mundiales de trigo y otros cereales, situación que provocó el temor a una escasez mundial de alimentos, y las exportaciones rusas de grano se vieron afectadas por las sanciones occidentales.
El presidente de Turquía, Recep Erdogan, dijo que confiaba en conseguir “esta semana” un acuerdo entre Rusia y Ucrania para desbloquear las exportaciones.