Insólito asalto
Un abuelo de 80 años entró a robar una dietética con un arma de fuego: “Necesito un préstamo”
A cara descubierta, ingresó al local como si fuera un cliente. Aún no fue detenido.
Un asalto con un autor inesperado. En una postal que podría parecer sacada de una película, un hombre de entre 75 y 80 años protagonizó un violento robo a mano armada el miércoles al mediodía en el corazón del barrio Sargento Cabral, ciudad de Santa Fe.
El hecho ocurrió alrededor de las 12.30 en una dietética ubicada en General Paz al 5000. Allí trabaja una joven de 24 años, quien fue víctima de la inesperada irrupción del delincuente.
“Necesito un préstamo”
Según relató la joven en su denuncia, todo comenzó cuando el sujeto ingresó al local y le dijo: “Necesito un préstamo”.
Ante la frase desconcertante, la vendedora sonrió sin entender del todo, pero el hombre no dudó en aclarar sus intenciones: “Esto es un robo. Dame toda la plata de la caja, y la que guardan aparte. Yo sé que guardan aparte”, le exigió mientras le mostraba un arma de fuego de color verde militar con un trozo de cinta scotch en la parte inferior.
La víctima, con temor, le entregó todo el dinero que había en el local: una suma cercana a los cien mil pesos. A pesar de eso, el asaltante insistía con que quería más plata.
El caso llama la atención por el perfil del autor: un hombre de edad avanzada, con el temple suficiente como para ejecutar un robo.
El escape
En un momento de descuido, la mujer logró salir a la vereda y pedir auxilio.
En ese instante, el delincuente huyó por calle Padilla hacia el Este. Algunos vecinos intentaron perseguirlo y lo vieron ingresar a un pasillo sobre calle Lavalle, donde finalmente se le perdió el rastro.

Un rostro desconocido
La damnificada aseguró que nunca había visto al sujeto: “Nunca lo vi antes. No es cliente, no vive en el barrio. Yo conozco esta zona desde hace años”, explicó con firmeza.
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La investigación
El hecho fue denunciado en la Comisaría 5ta., y tomó intervención el fiscal en turno.
Hasta el momento, el sospechoso –identificado solo como “NN”– no fue aprehendido y continúa prófugo.
El caso llama la atención por el perfil del autor: un hombre de edad avanzada, con el temple suficiente como para ejecutar un robo armado a plena luz del día y luego desaparecer entre las calles del barrio.