Santo Tomé: su hermana sufría de una enfermedad crónica y le donó un riñón
Le diagnosticaron una insuficiencia renal que demandó un trasplante de riñón y se fortaleció la relación con su hermana
Hace dos años, luego de una consulta médica a Hemilse le detectaron insuficiencia renal. En aquel momento, por los valores de los estudios, podía llegar a necesitar un trasplante de riñón en unos 5 o 10 años, pero la enfermedad avanzó y los tiempos se acortaron por lo que hubo una necesidad de realizar la intervención en la mitad de tiempo.
Ante este panorama Melisa Salari, su hermana, decide donarle uno de sus riñones para mejorar su calidad de vida.
Melisa comentó que “es una enfermedad que no tiene cura, pero tiene tratamiento. Fue algo que ella no venía trabajando, que fue repentino” y comenta que lo descubrieron luego de análisis de rutina que le pidieron otros médicos como el cardiólogo y el ginecólogo, quienes la derivaron a un nefrólogo.
Según cuenta Salari, para ellas fue un acierto encontrar a ese especialista “porque elige un nefrólogo especialista en trasplantes que no todos lo son” y agrega “empezar a conocer dentro de la medicina que hay otros profesionales atiende estas cuestiones”.
Melisa reflexiona en que “cuántas cosas uno desconoce y le pasan por al lado. Cuántas campañas, cuántos testimonios que uno como no le pasa” no termina de compartirlo o entenderlo “pero tampoco uno se informa”.
Hemilse tenía la posibilidad de hacerse diálisis, pero el médico le dio la alternativa de realizarse un trasplante por lo cual podía ingresar a la lista del INCUCAI y espera que alguien con la intención de donar sea compatible o un donante vivo del círculo cercano que sea compatible.
Cuando habla con su familia, Melisa le dice a su hermana “yo quiero acompañarte a la consulta con el nefrólogo y ahí le dije que quería ser donante” en ese momento hizo las pruebas de compatibilidad que dieron como pruebas un 100% de compatibilidad.
Ella primero se negó y sostenía que “yo no voy someter a nadie por salvarme la vida a que tenga algún problema de salud” por lo cual Melisa insistió y en una segunda consulta le pidió al médico que les explique bien el proceso para demostrarle que si le donaba el riñón no iba a tener inconvenientes.
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En este sentido, los únicos cambios que tuvo que realizar Melisa fueron mejorar la alimentación, disminuir la sal y realizar actividad física, pero no debería tener dificultades en el desarrollo de su vida.
Melisa comenta que “fue tan maravilloso desde la ciencia, la medicina y lo espiritual, si quieren llamarlo así. Porque el riñón podía funcionar desde el momento que fue alojado en el cuerpo de Hemilse o podía demorar” pero por suerte a las 10 horas su cuerpo había aceptado el órgano y sus valores empezaron a mejorar.
Finalmente pide que “la gente se informe. Que no deje nunca de informarse, que no deje nunca de hacerse estudios de rutina” agrega que donar órganos “es darle una segunda oportunidad de vida a quienes lo necesitan” y agrega que los donantes vivos están bien y “vamos a vivir el doble y más feliz”.
