Se burló de la policía, fumó marihuana mientras lo allanaban y terminó preso
A Franco Albornoz Lavallén, un joven de 27 años con antecedentes penales, lo allanaron en su casa de la localidad bonaerense de Ameghino, en el marco de una causa por un presunto robo.
Como el importante número de uniformados de la policía local que participaron del procedimiento no encontró nada que lo comprometiera, el sospechoso tuvo una insólita reacción: se burló e insultó a cada uno de los efectivos que estaban en su domicilio mientras fumaba un cigarrillo de marihuana y se filmaba con su celular con el objetivo de ridiculizarlos.
Sin embargo, pese a que el resultado del allanamiento fue negativo, su ira le jugó una mala pasada y apenas 24 horas después terminó preso. Fue luego de que ocasionara disturbios frente a la sede de una fiscalía de la jurisdicción, todavía molesto por el procedimiento que se llevó a cabo en su casa.
Fuentes policiales confirmaron que la increíble situación comenzó el martes pasado, cuando los efectivos allanaron la vivienda de Albornoz Lavallén, ubicada en el barrio San Miguel. Después de que se labró el acta en la que se indicó que no encontraron nada en su contra, el joven de 27 años comenzó a desafiar a los uniformados.
Según se observa en el video, el sospechoso se dirigió a cada uno y empezó a hablarles con tono elevado de voz y centímetros de distancia, con un porro de gran tamaño ardiendo. Ninguno de los policías reaccionó. Apenas lo miraron y mantuvieron silencio mientras el dueño de la casa se burlaba de manera agresiva e irónica. “Me quisieron agarrar, pero Franquito no roba más. ¿Qué van a hacer ahora? ¿Me van a poner droga?”, dijo el hombre, quien fue allanado por pedido de la fiscal Macarena Tambussi. Vinieron a buscar cosas robadas de un trabajador”, exclamó durante el video que dura poco más de dos minutos.
Al sospechoso no le importó si eran hombres o mujeres a los que tenía que encarar. “Buenas, acaba de finalizar el allanamiento negativo como sabíamos. Acá la pelotuda, una de las boludas que vino al pedo. Acá también tenemos al parásito este que vino al pedo. Tenemos también a todos estos boludos que vinieron al pedo”, comenzó el supuesto delincuente en su presentación de cada uno de los policías del operativo. Ninguno atinó a enfrentarlo. En el medio, el joven encendió el porro y comenzó a fumar.
La ronda de Albornoz siguió por todo el frente de la casa para reírse de los efectivos. En un momento tomó la tonfa de uno de los uniformados y nuevamente se burló. “Le pesa el palo, mirá”, dijo el hombre frente a la cámara del celular.
Luego, remarcó que el allanamiento había dado negativo, que no robaba más y que ahora se dedica a criar a su familia y a trabajar. “Estos pelotudos se quieren rematar porque el Franquito Lavallén hace las cosas bien, vive con su familia y trabaja”, agregó.
De inmediato, se enfrentó con un policía y le formuló una serie de preguntas retóricas: “¿Encontraron algo en la casa del Franquito Lavallén? Del delincuente, del peligroso, del asesino. ¿No se encontró nada? Qué lástima, che…”, ironizó. Las burlas no pararon.
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“¿Qué hacemos, le metemos medio kilo gordito o nos recagamos a piñas?”, le dijo a un policía que apenas lo separó. Ahí la tensión fue en aumento y se escuchó la voz de una mujer que le pidió al joven que detuviera las agresiones. Después se acercó hasta la oficial que labraba el acta y le dijo quién le había vendido la marihuana que fumaba.
Finalmente, luego de la última catarata de insultos contra el grupo de agentes, abrazó a un joven policía y le preguntó si habían encontrado algo. El agente le explicó que se trataba de un allanamiento pedido por la fiscal y no una decisión de la fuerza. “Ni siquiera vino Tambussi”, agregó. Finalmente, las autoridades se fueron pero Franco no quedó tranquilo.
Las fuentes consultadas por este medio indicaron que el joven se dirigió hasta la sede de la Ayudantía Fiscal de Ameghino, perteneciente al Departamento Judicial de Junín, y comenzó a insultar a los funcionarios. No fue solo. Lo hizo en compañía de su pareja, M.O., de 28 años. Ante la actitud agresiva del joven, un grupo de policías acudió al lugar para controlar la situación pero Albornoz Lavallén comenzó a propinarles golpes e insultos.
En ese momento los efectivos sí actuaron y finalmente detuvieron al sospechoso. No fue por el supuesto robo por el cual fue allanado. Esta vez lo arrestaron bajo los delitos de atentado, resistencia a la autoridad, lesiones y amenazas. Fue alojado en una comisaría de la ciudad de Lincoln, a disposición de la UFI Nº6 de Junín. Según indicaron a este medio, el jefe de la Policía local fue separado del cargo luego del episodio.