Se conoció la pericia psicológica a Mariana Nannis en la denuncia por abuso contra Claudio Caniggia
Aunque Mariana Nannis y Claudio Caniggia se separaron desde hace tiempo, aún siguen enfrentados en la Justicia.
Una de las causas más fuertes es la abuso sexual simple que denunció ella contra su expareja y que se está investigando en la Fiscalía Nº 42, en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 18, a cargo del fiscal Carlos Arturo Velarde.
En este contexto, Ángel de Brito dio a conocer la pericia psicológica que le hicieron a Mariana como parte del proceso legal. “Su modalidad de comunicación es colaboradora, desenvuelta y correcta, respondiendo en forma cordial a las preguntas que se le formulan y mostrando buena predisposición para la realización de la presente evaluación. Sus manifestaciones tienden a la verborragia con un detallismo poco productivo e información esencial pobre”, fue la primera conclusión a la que llegó la psicóloga que la entrevistó por Zoom, Silvina Virginia Alberino.
Y detalla, con firmeza: “Sus referencias en relación a los hechos investigados van acompañadas de un tono emocional neutro observándose escasa resonancia emocional”.
Además, así Mariana habría hablado de su vínculo con el papá de sus tres hijos. “Fue una relación conflictiva casi desde el inicio del vínculo. Refiriéndose a su familia de manera casi despectiva describe al señor Caniggia como manipulador, psicópata, cocainómano, enfermo y violento. Hace referencia a episodios de violencia psicológica, verbal, física, económica y sexual de Claudio Caniggia”, indicó.
Hacia el final, Albertino llega a una contundente conclusión. “No se observan en la evaluada síntomas compatibles con un cuadro de desorganización psicótica. El criterio de realidad está conservado con adecuada noción situacional. La inteligencia se encuentra dentro de la normalidad estadística sin déficit de situación patológica. Presenta un trastorno de la personalidad con rasgos histéricos y narcisistas, sostenida en una organización yoica con marcada inmadurez psicoemocional y egocentrismo, inestabilidad y predominio de lo afectivo sobre lo racional”.
Y se despide remarcando, nuevamente, el supuesto motivo que habría motivado a Mariana a acercarse a la Justicia. “Refiere sentimientos displacenteros acordes y razonables, vinculados a los acontecimientos que motivaron su denuncia en el contexto de una marcada distancia afectiva y escasa resonancia emocional”, sentencia.