Se cumplen 11 años de la muerte de Leo Mattioli
Las extensas giras de las que el artista formaba parte empeoraron su frágil condición de salud y, luego de un show en Mar del Plata, murió producto de una insuficiencia cardíaca.
Leo Mattioli se consolidó como uno de los referentes de la cumbia santafesina e hizo bailar a una generación entera. Su incorporación como vocalista en el Grupo Trinidad lo hizo saltar a la fama, y el inconfundible estilo del “León Romántico” lo llevó a realizar giras extenuantes por todo el país. Aquella sobreactividad, a la postre, iba a ser clave para el triste desenlace: el emblema falleció en el mejor momento de su carrera. Hace 11 años, murió un mito.
Mattioli nació el 13 de agosto de 1972 y a su corta juventud, ya mostraba destellos de su talento. Criado en un complejo de viviendas lindero al estadio del Club Colón de Santa Fe, se subía a uno de los árboles ubicados en la vereda de su casa para cantarles a los vecinos. Al terminar la escuela primaria, con la vocación a cuestas, le planteó a su mamá que prefería trabajar antes que estudiar y, a regañadientes, su progenitora aceptó la propuesta.
A sus 20 años, se sumó al Grupo Trinidad, banda con la que participó en seis trabajos discográficos y con la que empezó a forjar un estilo que empezaba a ser reconocible. Su famoso apodo quedó inmortalizado en un show gracias a la inventiva de un locutor que, con originalidad, supo presentarlo de forma improvisada: “Damas y caballeros, con ustedes, ¡el León santafesino!”.
Sin embargo, la fama supo convivir con los excesos. Las extensas giras y los conciertos desenfrenados por noche acercaron al “Romántico” al peligro; con el objetivo de llegar a tiempo a los shows, llegó a saltearse semáforos en rojo y a no respetar las normas de tránsito. En el año 2000, aquella vida frenética le costaría caro a la agrupación.
El auto que trasladaba a los miembros del grupo luego de una de sus travesías chocó en una de las rutas y, producto del impacto, fallecieron los músicos Sergio Reyes y Darío Bevegni. Leo, visiblemente afectado por el siniestro vial, estuvo tres meses internado y sufrió lesiones graves en su columna vertebral; la dolencia, a partir de aquel momento, solo podría ser tratada mediante la inyección de morfina.
Su primer álbum oficial como solista se llamó “Homenaje al cielo” (2000), con referencias directas a lo sucedido en la ruta. Un año después, el intérprete alcanzó uno de los picos de su carrera gracias a sus dos presentaciones en el Gran Rex, que se llenó de público. De todas formas, los inconvenientes de salud marcarían su futuro arriba de los escenarios.
Aseguran que el fantasma de Leo Mattioli recorre una mansión en Pinamar
El autor de hits como “Llorarás más de diez veces” y “Amantes desiguales” debió suspender varios de sus recitales como consecuencia de las hospitalizaciones que atravesó: algunas de ellas fueron producto de la neumonía -sus pulmones estaban dañados ya que el “León” era un ávido fumador- y otras, debido a diversas arritmias cardíacas.
En 2009, Mattioli se tomó un descanso obligado mientras brindaba un show en el Teatro El Colonial, ubicado en la localidad bonaerense de Avellaneda. Agitado y con dificultades para mantenerse en pie, sus músicos continuaron tocando mientras buscaba oxígeno en un respirador portátil, que se había convertido en su fiel compañero. Esa escena sería el preludio de lo que ocurrió dos años después.
En el mejor momento de su carrera como cantante, y luego de ofrecer un concierto en Mar del Plata, acabó falleciendo en el hotel Gala de Necochea por una insuficiencia cardíaca el 7 de agosto de 2011. Pese a que su hijo -que formaba parte de la banda de su papá- lo asistió de forma inmediata, los profesionales de la salud no pudieron hacer nada para reanimarlo. “El Último Romántico”, cuyo período de actividad duró menos de veinte años, hizo historia y se consagró como una leyenda.