Se cumplen 11 años de la muerte de Luis Alberto Spinetta, referente ineludible del rock
A lo largo de su carrera, con sus bandas y en su extensa trayectoria solista, el músico que murió el 8 de febrero de 2012 creó un repertorio exquisito.
Once años después de su muerte, Luis Alberto Spinetta sigue siendo una referencia ineludible para el rock local en particular y la música argentina en general, un abanderado de la libertad creativa y sin complacencias.
A lo largo de su trayectoria, que tomó forma oficial a partir de 1967, cuando los cimientos de lo que sería Almendra, Spinetta buceó en un universo estético del que desconoció las fronteras.
Identificado con el mundo del llamado “rock argentino”, lo cierto es que Luis Alberto expandió su campo de acción al folclore, el jazz y el tango; o será tal vez que fue a partir de esos terrenos que su camino se abrió paso hacia el rock. Poco importa, a la luz de una obra en la que los rótulos suelen hacer agua.
Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade, Los Socios del Desierto, una veintena de álbumes solistas, un repertorio y una actitud incorruptible frente a la idea de la creación musical y la vida; dos hijas y dos hijos, una valoración unánime de sus amigos y de la comunidad artística sintetizan el paso de Luis Alberto Spinetta por este planeta, en el que su presencia es definitiva.
Once canciones esenciales
Muchacha (Ojos de papel): su máximo hit, un desborde de ternura que abre el primer álbum de Almendra. Renegó del tema durante años y no lo cantó mucho en vivo, pero cada tanto volvía a darnos el gusto, Fue el cierre del recorrido histórico que desandó en el Vélez de Bandas Eternas.
Para ir: una joya del álbum doble de Almendra, publicado en , que cierra el disco 1 con un clima de ensueño y la magia de pedir “descálzate en el aire para ir”.
Post-crucifixión: un simple de Pescado Rabioso de 1973 (con Despiértate nena) que se convirtió en un clásico de su sonido más rockero. Hay covers de Los 7 Delfines, Claudia Puyó, Atlanticus, Javier Calamaro y La Mississippi, entre otros.
Todas las hojas son del viento: incluido en Artaud, es un gran inicio para un álbum monumental editado como Pescado Rabioso pero de clara factura solista, grabado con una pequeña ayuda de amigos, que intervinieron en algunas canciones.
Cantata de puentes amarillos: una compleja suite acústica que condensa desde las cartas de Van Gogh hasta el Heliogábalo de Artaud, pasando por la poesía surrealista, las referencias a La balsa y la violencia del país a comienzos de los años ’70.
Los libros de la buena memoria: vino, licor, el mar y un ejemplo poético perfecto del delicado aire tanguero del tercer disco de Invisible, con el bandoneón de Juan José Mosalini y la guitarra de Tommy Gubitsch.
Canción para los días de la vida: en plena etapa jazz-rockera se cuela una gema que parece compuesta para el nacimiento de su primer hijo Dante, pero que en realidad pertenece a la ópera inédita de Almendra.
Quedándote o yéndote: tras la reunión de Almendra y la creación de Spinetta Jade aparece un disco acústico y solista en el cual el piano de Diego Rapoport se suma en cinco temas. Entre ellos se cuenta este clásico.
Murió Patricia Salazar, el gran amor de Luis Alberto Spinetta
Todos estos años de gente: descriptivo y entrañable, el tema es un exponente de las altas cumbres de la la la, el LP doble grabado con Fito Páez en 1986.
Seguir viviendo sin tu amor: al nacer Vera, en 1991, surge en el álbum Pelusón of milk un sorprendente Spinetta pop y radial, con toda su lírica intacta y una melodía inolvidable.
Atado a tu frontera: una perla de Pan, un disco lleno de belleza publicado por Spinetta en 2005, en el que se combina su sencillez con un aire, a partir de su instrumentación, a la época de Spinetta Jade.