Se cumplen 37 años del estreno de “Esperando la Carroza”
El 6 de mayo se cumple un nuevo aniversario del estreno de la película de culto dirigida por Alejandro Doria.
Antonio Gasalla, caracterizado como Mamá Cora, camina por las calles de un tranquilo barrio de Buenos Aires en el comienzo de la película Esperando la Carroza, un ícono del cine argentino, antes de que se desencadenen los eventos que hicieron y hacen reír a distintas generaciones. Hoy se cumplen 37 años de su estreno, el 6 de mayo de 1985, y aún sigue vigente en varios aspectos.
La película, dirigida por Alejandro Doria y adaptada de una obra de teatro del mismo nombre escrita por el uruguayo Jacobo Langsner, refleja las costumbres argentinas con sus pequeñas y grandes miserias a través de cuatro familias de clase media, una de ellas más acomodada.
Tres de esas familias estaban formadas por cada uno de los hijos de Ana María de los Dolores Buscarolli de Musicardi -o simplemente Mamá Cora-, interpretados por Luis Brandoni, Juan Manuel Tenuta y Julio de Grazia, con sus respectivas esposas. Y la cuarta, por la única hija mujer, Emilia (interpretada por Lidia Catalano), que vivía con su hijo Cacho, que tiene retraso mental, en un barrio muy humilde.
Se estrena el documental sobre los fanáticos de “Esperando la Carroza”
Cuando los tres hermanos varones Musicardi y sus esposas suponen -por motivos tan increíbles como graciosos- que la anciana senil a la que nadie quiere cuidar está muerta, empieza una trama tan grotesca como humorística. Mientras transcurren las escenas que describen las costumbres argentinas que tanto identificaron como divirtieron a los fanáticos, también se critica el trato que se da a algunos adultos mayores.
Esperando la Carroza: un elenco de selección
Las esposas de los hermanos fueron interpretadas por Betiana Blum, China Zorrilla y Mónica Villa, las tres en papeles tan exagerados como inolvidables. Algunas de sus frases quedaron para el recuerdo y distintas generaciones las siguen repitiendo aún hoy hasta al hartazgo, entre risas.
Además, Andrea Tenuta, Cecilia Rossetto, Darío Grandinetti y Enrique Pinti completaban un verdadero seleccionado de artistas jóvenes y otros que ostentaban ya una amplia trayectoria.
Tantos años después, hay frases que siguen repitiéndose, usando en remeras y como memes en las redes. Una de las más recordadas, en boca de Elvira (Zorrilla) sobre su vecina doña Elisa, es: “Nos cortaron el agua esta mañana. Menos mal que la charlatana de al lado me imita en todo. Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles”.
Otra, grotesca, forma parte del diálogo entre el hijo mayor Antonio (Brandoni), quien está en mejor posición económica porque habría trabajado para “la Pesada” durante la dictadura militar, y su hermano Jorge (De Grazia). “¡Qué miseria, che! ¿Sabés qué tenían para comer? Tres empanadas que les sobraron de ayer para dos personas… Me partieron el alma”, dice con una empanada en la mano, al salir de la casa humilde de su pariente Leonor.
Y entre las muchísimas “perlitas” de Elvira, hablando con su cuñada Susana: “¿Pero qué te creés, que vas a mancharme la reputación como me manchaste la alfombra recién?… Si tenés algo que decir, ¡escupilo!”
La mayor parte de Esperando la carroza -la discusión entre los tres matrimonios y el velorio- se rodó en la una casa típica de clase media “tipo chorizo”, compartida por Elvira y Sergio Musicardi con su hija Matilde.
Se trata de una casa real, ubicada en Echenagucía 1232 del barrio porteño de Versalles, cuyos dueños no abren las puertas aunque les toquen el timbre. Sin embargo, los fanáticos de todas las edades -que tomaron el nombre de “Carroceros” y se reúnen a través de las redes sociales- la siguen visitando, vestidos como los famosos personajes, para sacarse fotos y repetir los diálogos una y otra vez.
La vivienda donde se grabó Esperando la Carroza fue designada Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura porteña, que donó y colocó una placa en la entrada para que los visitantes pudieran identificarla.