Se cumplen 44 años de la primera marcha de las Madres de Plaza de Mayo
Sin ser militantes ni políticas se convirtieron en uno de los frentes de resistencia contra el terrorismo de Estado. Su lucha trascendió generaciones y desde el 30 de mayo de 1977 son un símbolo de la memoria, la verdad y la justicia
“Circulen, circulen”, les gritaba un oficial a un grupo de 14 mujeres que en la tarde soleada del 30 de abril del año 1977 se reunieron frente a la Catedral del microcentro de Buenos Aires por una causa en común: reclamar la aparición con vida de sus hijos e hijas desaparecidas en plena dictadura cívico-militar.
A pedido del oficial, las mujeres comenzaron a caminar en círculos, tomadas del brazo, alrededor de la pirámide del centro de la Plaza de Mayo. Ese día nacieron oficialmente las Madres de Plaza de Mayo para convertirse en una institución de amor, lucha y justicia para toda la sociedad argentina.
La palabra “desaparecido” como concepto, aún no existía. Los pañuelos blancos aparecerían algunos meses despúes como un símbolo inspirado en los pañales de sus hijos y como una forma de identificarse durante una procesión a Luján que organizó la iglesia católica para celebrar el Día de la Madre.
Aún sin estar oficialmente organizadas pero unidas por el mismo objetivo la fuerza de unas pocas mujeres valientes sería el puntapié de una larga historia de lucha. Así, el 30 de abril del 77 sería la primera ronda de muchas otras que se sucederían, jueves a jueves, a lo largo de todos estos años. Al 2021, ya llevan 2.245 marchas de manera ininterrumpida.
Las mujeres eran Azucena Villaflor de De Vincenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard, Cándida Gard, Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin y dos mujeres más de las que no se conocen sus nombres se juntaron ese día.
Tristemente, Azucena Villaflor tuvo el mismo destino de su hijo. Fue secuestrada en diciembre de 1977 y desaparecida. Su cuerpo apareció el 20 de diciembre en las playas de Buenos Aires, pero fue enterrada como NN. Sus restos lograron ser identificados recién en 2005.
Actualmente, el trabajo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo -que se organizaron en reclamo de sus nietos secuestrados o nacidos en cautiverio- recuperaron 130 nietos que hoy conocen su identidad y su origen. Muchos llegaron a conocer y abrazar a sus abuelas.
Debido a la pandemia del coronavirus, las activiades presenciales debieron ser canceladas por lo que la ONG encabezada por Hebe de Bonafini realizará una transmisión virtual en vivo este viernes 30 de mayo desde las 17:00 horas por su canal de YouTube.
Las Madres de Plaza de Mayo no eran militantes ni políticas. Aún así, se convirtieron en el mayor frente de lucha y resistencia del sangriento terrorismo de Estado. Un grupo de señoras, mujeres, madres a las que les habían arrebatado a su tesoro más preciado: sus hijas e hijos.